1. o) ¿Decepción?


    Fecha: 19/09/2017, Categorías: Gays Incesto Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... venía fresca y húmeda. Habíamos hablado muy pocas palabras durante el ascenso si no contábamos los saludos cruzados con los caminantes que nos encontrábamos. J.C. pasó el brazo por mis hombros mirando el precioso paisaje pleno de diferentes y fulgurantes verdores. -Es hermoso. -Sí, para verlo todos los días. -me recosté en él pasando mi brazo por su cintura. Pasamos más de diez minutos observando el paisaje, girándonos para verlo en todas las direcciones, si la vertiente marítima resultaba espectacular, no lo era menos la que miraba al valle y el río. -Bajemos ya, el aire congela aunque es verano, no podemos quedarnos fríos. El descenso fue mejor, la senda había sido recientemente arreglada para permitir que las máquinas forestales pudiera llegar hasta allí, y las torrenteras naturales habían sido sustituidas por las de hormigón. En el bar donde habíamos dejado el coche tomamos un botellín de agua, descansando antes bajar a la sidrería. -Tenemos que repetirlo. -miré a mi amigo para saber su opinión. -Cuando quieras, si es contigo iré hasta el fin de mundo. -nos echamos a reír los dos al unísono, de verdad que quería muchísimo a mi amigo, hasta creí estar enamorado de él alguna vez, o pudo resultar cierto. Llegamos a la sidrería, aún era temprano para comer y no había muchos coches aparcados, el parking resultaba muy grande, para más de mil coches, lo dejamos cerca del edificio en la parte lateral, al final de la hilera de las plazas señaladas con pintura blanca. Cerca del ...
    ... edificio había algún coche aparcado, se veía las cabezas de dos personas en el interior de uno de los vehículos y a veces una desaparecía, sería alguna parejita que estaba aprovechando el tiempo manifestándose su amor, se besaban y luego la cabeza de la mujer se ocultaba en la evidente mamada que le estaba haciendo. J.C. me hizo una señal para que mirara, nos estábamos acercando al coche y desviaba la mirada para que no pensaran que los mirábamos. -Le está dando una buena mamada la tipa. -dejó que escuchara su cínica y divertida risa. -Deja de mirar, no es asunto nuestro. -estábamos a un metro del coche con la pareja dentro, aunque no quería mirar, por el rabillo del ojo veía de perfil al chico con la cara levantada y la boca abierta, entonces giró la cabeza hacia nosotros y me quedé clavado en el suelo. -¡Joder! -exclamó J.C. sorprendido, entonces me di la vuelta corriendo hacia su coche, esperaba, confiaba que Óliver no nos hubiera visto. Juancar llegó a mi lado cuando intentaba meterme sin darme cuenta que las puertas estaban cerradas con llave. -¡Abre!, ¡rápido, por favor! -entramos en el coche y mi amigo se me quedó mirando. -Arranca vámonos antes de que nos vea. -puso en marcha el coche y nos alejamos de allí. Por el espejo retrovisor de mi lado podía ver a mi hermano, estaba fuera del coche, sujetándose los pantalones y dando patadas en el suelo y en una de las ruedas furioso mirando hacia nosotros. J.C. volvió a subir hasta el bar donde habíamos tomado el agua al bajar ...
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