1. Cuando era chica


    Fecha: 10/03/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues

    ... Arrancando por mis pies, lavaba mis piernas subiendo hasta el centro de las mismas; allí donde tengo mis agujeritos secretos. Sentía rayos y escalofríos en mi columna al lavarme la puchita, primero alrededor y luego en el medio, parecía que también me limpiaba por dentro con el dedo al metérmelo y moverlo lentamente. Hacía poquito que había tenido un termómetro en el culito, pero nada similar a los dedotes que se paseaban por entre las nalguitas y en cada pasada hacían presión en mi anillo marrón. Al final también me metió un dedo en el anito comprobando la limpieza. Me había perdido un detalle, recién me percaté que mi pié estaba siendo fregado también. Recién al sentir pegajoso pude ver que el enfermero tenía abierto el pantalón y me estaba pasando su coso por los dedos. Tuvo que lavarme otra vez el piecito enchastrado. Muy feliz me tapó y puso el botón de llamar en mi mano preguntando si podía mover el dedo si necesitaba algo. Se despidió con un besito en mis labios dejándome pensando que ni mi familia era tan cariñosa. Muy tarde soñaba que estaba en un lago a punto de ahogarme, al despertar siento que estaba por hacer pis pero no había modo de levantarme para ir al baño. Con mucho esfuerzo logré apretar el timbre y apareció el enfermero con cara de sueño, no sé que estaría soñando pero su pantalón abultaba como el médico que vino a verme. Con gestos logré comunicarle que necesitaba hacer pis, muy solícito me puso un orinal debajo, luego de subirme la bata quedando ...
    ... desnudita allí abajo. Me costaba soltar los orines con ese hombre mirándome pero me ayudó al meterme una mano entre las piernas y acariciarme la chuchita mientras decía PSSSS PSSSS. Al terminar buscó una gasa para limpiarme y enojado decía haber olvidado traer metiendo la cabeza entre mis piernas entreabiertas. No entendía la razón de buscar allí hasta que sentí la tibieza de su lengua pasando por mi puchita. Me costaba creer lo dedicado que era en su trabajo para limpiarme con su propia boca. Creo que no lograba limpiarme bien pq seguía allí abajo dando lengüetazos cada vez más fuertes hasta en mi agujerito trasero. Ya me parecía asqueroso que tuviese su lengua en el huequito de hacer caca, hasta la curvaba y una parte me entraba dentro del culito. Luego cambió la lengua por un dedo masajeándome el anillo, cuando volvió la tibieza húmeda a mi chuchita estaba temblando al sentir cómo me entraba despacito un dedo en el ano. Creo haberme desmayado cuando me lamía la rajita, nunca había sentido eso al limpiarme yo misma. Antes de retirarse me dijo que lo llamase si quería que le chupase la conchita. Quedé pensando que así se llamaba mi chuchita realmente, mi padre aveces me preguntaba si me había lavado bien la conchita. Al amanecer apareció el médico, en este maldito lugar no se podía dormir en paz !! Nuevamente la rutina de meterme el coso de vidrio en el culito, esta vez ya no me avergonzaba tanto, le haría eso a todos los pacientes. Esta vez preguntaba si me había golpeado entre ...