1. La fentasia de Maria (primera parte)


    Fecha: 11/03/2018, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... pesar de su madurez conservaba un aspecto juvenil y atlético. Cuando al fin llegamos, después de descansar un poco y ducharnos, lo primero que hicimos fue acomodarnos y hablar a cerca de nuestro encuentro. Los tres estábamos algo cohibidos. Mientras hablábamos, para desinhibirnos un poco y crear un clima de mayor confianza, propuse que nos desnudáramos. Desprovistos de nuestra escasa indumentaria comenzamos a hablar a cerca de nuestras apetencias sexuales. Sin decir nada, María se acercó a mí y agachándose empezó a chupar mi verga, deslizando sus labios hasta la base de mi sexo, deslizando su lengua a lo largo de ella y volviéndosela a meter reteniéndola dentro de su boca durante unos segundos. Cuando se la sacó un hilo de líquido preseminal mezclado con saliva era el lazo de unión de mi verga con sus labios. - Esto no se lo hago a cualquier hombre, sólo a los que significan algo para mí. Los tres nos dirigimos a una habitación, yo diría que previamente preparada para el sexo, Porque las paredes estaban cubiertas de espejos al igual que el techo, y el suelo estaba tapizado por alfombras y cojines, el centro de la habitación estaba ocupado por una enorme cama de agua a cuyo lado había una mesita donde se guardaba, según pude descubrir después, multitud de consoladores, preservativos, lubricantes y toda clase de objetos para el sexo. María desnuda conservaba el encanto de una mujer otoñal, gracias al ejercicio físico y un cuidado esmerado de su cuerpo hacía que se demorase el ...
    ... envejecimiento, sus senos grandes estaban adornados por unas rosadas aureolas y unos erectos pezones debido a la excitación, mientras que su vientre desembocaba en un sexo totalmente depilado. Los tres nos acomodamos en la inmensa cama. me ubiqué entre ellos, era la primera vez que practicaba el sexo en grupo, no pude evitar excitarme al ver la enorme polla de Remi, así que empecé a acariciarla escupiéndome en la mano para que se pudiera deslizar a lo largo de esta con mayor facilidad. María se apartó para dejarme junto a su hombre, y para ver cómo éste entraba por primera vez en un mundo desconocido, hasta entonces para él, como era las relaciones con una persona de su mismo sexo. Me abracé a él e intenté de la forma más tierna que pude transmitirle confianza, pues estaba algo tenso: -Déjate llevar, cielo, imagínate que estás con una chica… Empecé a besarle la boca y ambos nos intercambiamos ricos besos de lengua, chupándomela con sus finos labios, me deslicé suavemente para morderle sus diminutos pezones, un gesto de dolor y gozo empezó a provocarle mi caricia: - Házmelo otra vez, muérdeme duro. Mientras les mordía reiteradamente sus pezones, ese gesto de gozo se intensificaba a medida que le masajeaba su verga, sintiendo cada vez más rico. Él ponía el cuello al recibir mis besos y sentir el cálido tacto de mi lengua al introducirse en sus oídos… Bajé hasta su miembro erecto grande, grueso y babeando y con deseo de proporcionarle un placer más intenso empecé a mamárselo. ...