1. En el Coto


    Fecha: 12/03/2018, Categorías: Gays Autor: remyvelez, Fuente: CuentoRelatos

    ... la dirigí hacia mi culo. Él gimió cuando entró rápidamente y cogiéndome de las caderas empezó a follarme fuertemente, llegando hasta las entrañas. Una mano subió a mi hombro para apretarme más y yo me pajeaba mientras jadeaba. Nunca había follado en el agua, pero la ingravidez que proporciona, hizo que esa follada fuera bastante fácil, sin tener que preocuparnos por caernos al suelo, sintiendo su polla que llegaba hasta el fondo, dándome un placer que necesitaba después de tanto tiempo de tonteo y calentamiento. De vez en cuando me acariciaba el pecho o tomaba mi polla para darme él la paja, pero los momentos en que más jadeaba yo era cuando me mordía el cuello y arreciaba sus embestidas. Yo solo podía gemir y pedirle más, que no parara que me estaba matando de gusto. Qué pollaza tenía. Demasiado placer, no tardé en empezar a sentir el orgasmo, se lo dije y él me dio con más fuerza mientras me animaba: - Sí, córrete, vamos, con mi polla en tu culo, siéntela y córrete, vamos… Y me follaba con más velocidad y me chupaba el cuello. Yo no pude aguantar más así, por lo que me vine entre jadeos y gemidos, que reconozco fueron poco discretos, llenado el agua de los grumos de mi corrida. A él le debieron encantar los espasmos de mi culo en su polla durante mi orgasmo, porque no paró la follada, que yo animaba moviendo el culo adelante y atrás con fuerza, y a los pocos minutos empezó a morderme el cuello con ganas mientras yo sentía sus lechazos en mi interior, lo que me hacía jadear ...
    ... nuevamente de gusto, como un eco a los gemidos guturales de Joaquín al correrse. Cuando cesó de moverse, me dejé caer sobre él, con su polla aún dentro, y apoyado en su regazo me quedé quieto. Estuvimos así bastante rato, en algún momento su polla se salió de mí, pero yo estaba en la gloria mientras él me acariciaba suavemente y las olas nos balanceaban. El sol empezaba a meterse, por lo que era momento de salirnos, aunque yo estaba de nuevo excitado y hubiera preferido un nuevo polvo, pero entonces me di cuenta de que mi bañador había desaparecido. Joaquín aún tenía el suyo alrededor de una de sus piernas, pero no pude encontrar el mío por ningún lado. ¡Menuda putada! Vas a tener que salir así -me dijo él. - ¿Cómo voy a hacer eso? ¿Y cómo llego a mi casa? - Buscaremos la manera, ya verás… - Esperemos al menos que se me baje el empalme, no quiero salir con la polla así -pedí yo. - A mí me gusta así, no tienes nada que esconder -me dijo él, con cara de vicio-. Deja que te vean, que lo disfruten. No te dirán nada conmigo al lado. Me dirán menos cosas si tú también vas sin bañador -le solté yo. Él se quedó pensativo. - Venga, por favor. Así salgo contigo ya, aunque la tenga dura -le rogué yo, mientras le bajaba el bañador que ya se había puesto. No costó mucho convencerlo, pero me advirtió que tenía que hacerle caso si quería que me ayudará. Yo seguía muy cachondo y quería salir ya, así que le dije que sí. No quedaba mucha gente en la arena, el grupito de hombres mayores y una ...
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