1. Desafío de galaxias (capitulo 57)


    Fecha: 13/03/2018, Categorías: Grandes Series, Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    Apoyada en un par de muletas, y en compañía de su inseparable Sarita, Marisol entró en el Centro de Mando provisional, del también provisional Cuartel General. Aunque las obras de reconstrucción marchaban a buen ritmo, todavía quedaba mucho para poder abandonar los pabellones prefabricados. Un aplauso atronador se desató en el mismo momento en que las dos amigas aparecieron por la puerta, todos se levantaron de sus puestos y se acercaron a saludarlas y besarlas. Marión, Hirell y Anahis salieron de sus despachos ante el tumulto, suponiendo lo que ocurría. Cuándo todo se tranquilizó y volvieron a sus ocupaciones, entraron en el despacho y Marisol se sentó tras la mesa, mientras Sarita ocupaba la suya. —Estoy perra, no me apetece nada ponerme a revisar documentación, —dijo Marisol después de pensárselo unos segundos— y supongo que habrá una montaña. —¿Y tú que te crees que hemos estado haciendo en tu ausencia? —saltó Marión frunciendo el ceño— ¿tocarnos la raja? —Espero que no, y menos sin avisarme, —respondió riendo— ¡venga!, ponerme al día. —En Nar y Dreylhan, todo está preparado para iniciar el avance hacia Cayely, solo esperan tus ordenes. Como habías previsto, el enemigo ha detectado nuestros movimientos y cree que nuestro objetivo es Faralia; está concentrando gran cantidad de tropas en el planeta mientras ha reforzado su presencia naval. —¡Perfecto! —Por el otro lado, las patrullas de vanguardia de Esteban están a diez años luz de Petara, mientras que por detrás, Opx, ...
    ... sigue el avance ocupando sistemas. Ni él, ni Esteban, quieren dejar bolsas en su retaguardia. —¿Y el FDI? —Muy bien, Bertil sabe lo que hace; continúan los ataques, pero ya hemos neutralizado tres, aunque no hemos podido cazarlos. Todavía quedan zonas por cubrir, y en los que el despliegue ya es una realidad, hay que ir ajustando. —¿Y mi nueva gobernadora? Desde que la nombré no la he visto el pelo. —Está muy liada y te aseguro que ella también quiere verte, pero… —Si, ya sé, me teníais aislada. ¡No me habéis contado una mierda! —No exageres, que no ha sido para tanto, ¬—dijo Anahis en tono cariñoso— y si te hemos contado. —Pero nada interesante. —Loewen ha flipado cuándo ha conocido a los jefes étnicos kedar. Me ha dicho que te entiende cuándo dices que te gustaría retorcerles el pescuezo, —continuo Marión riendo—. De todas maneras, me ha dicho que en un par de días quiere pasar por aquí para hablar contigo, principalmente, sobre los refugiados bulban. —¿Ha ocurrido algo con ellos? —preguntó Marisol. —Con el grupito de Iris nada, pero es que ya tenemos más de seis mil, la mayor parte, hembras y niños. —¿Y eso? —Están llegando con cuentagotas, parece ser que las condiciones en la zona bulban se han endurecido mucho; los lideres están llamando a filas a soldados cada vez más jóvenes, incluso hembras, pero ya te informara Loewen más detalladamente. —¿Y sobre el ataque? —Sobre el ataque, mal asunto, —respondió Marión mientras se levantaba y cerraba la puerta del despacho—. Hirell ...
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