1. Mi Esposota Alejita es mi adorada Puta Hermosa


    Fecha: 13/03/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: novio_de_Alejita, Fuente: xHamster

    ... a la señora!” (la proveedora de putas).“Vemos, cuánto tiempo podés quedarte?”, le pregunté yo, dispuesto a gozármela sin límite de tiempo, y Alejita, sonriendo, me contestó: “Lo que vos quieras, no tengo drama! Le aviso a la señora y listo!”Ya estaba todo arreglado. En el corto recorrido hasta el hotel, le dije: “Así que te llamás Alejandra... yo te voy a llamar Alejita, te gusta?”, y ella dijo: “Me gusta, sí!”, a lo que le contesté: “Entonces sos Alejita, la especial”! Y me encanta tu color de piel, marrón, te voy a poner mi Marroncita!”, y así quedó rebautizada para siempre: mi Alejita, mi Marroncita.Ya en el hotel, pedí un cuarto especial por tres horas y unos whiskys y café para mi nueva puta, y entramos a la habitación. Prendí todas las luces y Alejita miró la habitación y dijo: “Está linda!” y empezó a desnudarse sin pudor. Le dije: “Quiero verte toda en bolas, Alejita, con todas las luces!”, y mi Alejita contestó: “Para mí con luz está bien! Te gusta verme toda desnuda, no?”“Sí, sos una tremenda hembra, quiero verte toda en bolas!”Alejita se rió, halagada por mis palabras. Esa hermosa puta no tenía vergüenza en mostrarse ni en nada! Me la iba a coger como a una a****lita!“Sacate todo, Alejita!”, le dije mientras me sobaba mi pija para ponerla más tremenda.Y Alejita, mirándome sonriente al ver mi cara de lujuria, se sacó el jean y le vi las caderotas duras, anchas y cabedoras de mamita, marrones, apenas encerradas en una tangotita diminuta, y un vientre bultudo con un ...
    ... tremendo ombligote hundido en sus carnes. Tenía un lomazo de mamita, con ese vientrote carnudo que le salía de la tanguita, que me hizo desear hacerle los aplastazos contra la cama que tanto me excitan y hacerla sonar reventada y hundida en el colchón. En seguida explicaré qué son los aplastazos, o estampadas. Sus tetitas pequeñas eran hermosas, marrones y duras, con pesonotes oscuros y granuludos, eran como de pendeja y me encantaron.“Parece que te gusto!”, dijo Alejita, y se sacó la remerita, dejando a la vista sus pequeñas tetitas puntudas. Parecían tetitas de adolescente, a pesar de los preñes que seguramente había tenido. Yo estaba con la pija tremendamente al palo y me había sacado toda la ropa mirándola. “Te vas a acabar si seguís mirándome así!”, dijo Alejita riéndose al ver mi pija al palo. “Tenés una pija tremenda, nene!”, agregó. Esa hermosa puta no tenía vergüenza de nada!“No, Alejita, no es tan grande, pero tengo más leche que un caballo para darte!”, le contesté, y ella, con sus ojos clavados en los míos, me contó que una vez se había tenido que comer una pijota más grande y gruesa que la mía porque no le entraba en la concha. “Voy a tener que comértela, no? Espero que me entre...”, dijo Alejita, pero sabía que como buena puta, se la haría comer y tragar de cualquier manera y se la aguantaría.Se sacó finalmente el corpiño y sacudió levemente sus tetitas marrones, pezonudas y paradas como de pendeja.Después se bajó la diminuta tanga y quedó finalmente hermosamente ...
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