1. Me enamoré del maestro de música


    Fecha: 01/03/2024, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Sara, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    Hace unos meses me inscribí en la escuela de música de la ciudad, logré pasar los exámenes de admisión con facilidad, al ser una escuela inicial me toca estar con personas de diferentes edades, yo tengo 16, pero tengo compañeros más chicos y mas grandes que yo, lo único en lo que nos parecemos es el grado de conocimiento en la música. Tenemos varios maestros de acuerdo con las materias, pero desde que ví al profesor de Historia de la música quedé embobada primero de sus hermosos ojos azules y segundo de lo muchísimo que sabe del tema, todo un erudito, claro que solo era mi crush, mas tarde supe que tiene 42 años. Cada clase era super, así seguí avanzando en mis materias y aprendiendo a tocar el instrumento que elegí, el violín. Para llamar la atención del maestro Rabago seguido le regalaba chocolates y dulces al iniciar o terminar la clase, además siempre me felicitaba porque cada dos semanas teníamos examen y yo siempre sacaba 10, incluso en las tareas las decoraba y las hacía excelente, cosa que a él le encantaba. Así transcurrieron los primeros cuatro meses, yo suspirando viendo esa figura masculina tan alta de 1.96, algo musculoso, sus enormes manos con las venas saltadas, su cabello castaño que brillaba con algunas canas, su barba corta y bien delineada, siempre vestía con sacos casuales y en su pantalón se marcaba un vulto considerable. 
    Un día mi mamá me dijo que no podría pagar más la escuela de música, lo cual me puso muy triste, eso significaba que solo vería al ...
    ... maestro Rabago dos días más. Durante la clase el me notaba desanimada, pues no estaba participando como solía hacerlo. Al terminar la clase me pidió quedarme un momento y me preguntó si pasaba algo, le platiqué lo que me tenía así, sólo omitiendo la parte de que me lastimaba que ya no lo vería, el asumió que amaba la música y ya, me dijo que le pidiera a mi mamá ir a hablar con él mañana.
    Al día siguiente él, mi madre, el director de la escuela y yo escuchamos la propuesta del profesor Rabago, el trato era que el pagaría mi matrícula en la escuela de música y a cambio yo trabajaría con él los fines de semana en el teatro de la ciudad con las cosas de la orquesta sinfónica, apoyar en los conciertos, apoyar en la biblioteca de música, los ensayos, todo eso. A mí me fascinó la idea pues aparte de que era algo de mi gusto podría verlo aún más, todos estuvieron de acuerdo y mi mamá agradecida con él estrechó su mano, incluso el maestro se ofreció a llevarme y traerme a casa para el trabajo el fin de semana.
    
    Pasaron algunos fines de semana en los que trabajé con el maestro, lo hacia lo mejor que podía y estaba aprendiendo mucho. A veces nos quedábamos solos en la biblioteca de partituras; un día mientras acomodábamos la música de una sinfonía que se presentaría en unos meses, él me descubrió mientras lo contemplaba cómo una boba, me preguntó qué me pasaba y sólo atiné a decir "tiene unos ojos hermosos" y el jugando me contestó "son para verte mejor" me reí por la referencia al ...
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