1. Me enamoré del maestro de música


    Fecha: 01/03/2024, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Sara, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... cuento de caperucita. Por la cercanía que habíamos formado me atreví a darle un beso en la mejilla y el me reprendió en broma "muchachita atrevida, las jovencitas hermosas no deben tentar así a los viejos"
    "Usted no es viejo, además es muy guapo"
    "¿Eso piensas, de verdad?“
    "Sí" le conteste y ahora le robe un beso en los labios. Puso cara seria y me asusté pues ya me había pasado de la raya, o eso creí, se levantó y me jaló de la muñeca al fondo de una bodega algo pequeña, me puso de espaldas a él y sentí cómo me dió una fuerte nalgada, solté un quegido suave por la sorpresa y jalándome de la cintura me pegó a su cuerpo mientras decía pegando su boca a mi oido "eres una niña traviesa, voy a tener que educarte para que te comportes" lo senti besando y lamiendo mi cuello, sus manos recorrian mis senos y masajeaban todo mi cuerpo. Luego de un buen rato me giró, su boca se apoderó de la mía metiendo su lengua, me restregaba a él apretándome las nalgas, sentía su enorme bulto bien duro presionado contra mi, me aventuré a tocarlo y sobarlo suavemente sobre el pantalón, el maestro gemía, se desabrochó el cinturón y el pantalón, posteriormente se sacó el miembro dejándome ver un enorme trozo de carne tan gordo y venoso que paría un brazo más, aunque me excitaba me asusté un poco por el tamaño, pues nunca imaginé lo tuviera tan grande "tocalo" me dijo y yo con miedo y cuidado comencé a palparlo de apoco y el me apreto la mano y me hizo masturbarlo "Qué pasa? No te gusta? Pareces ...
    ... asustada"
    "Es que está demasiado grande, me da miedo" el maestro se reía. "Tan pequeño era el que te desvirgo" le dije la verdad que aún era virgen, él quedó sorprendido y me dijo "yo te voy a enseñar lo que es que un hombre te haga mujer, Sara, vas aprender a mamar una verga" me sentía muy excitada, ni en mis fantasías más cachondas imaginé esto. Tomandome del cabello me acercó la cara a su enorme pene, era más grande que mi cara, sólo tenía que inclinarme un poco hacia abajo, porque soy muy bajita y el súper alto, me lo frotaba por las mejillas y la boca "lamelo todo" le pasaba mi lengua por todas partes, metió la punta a mi boca y con voz grave me ordeno "chupala, succionala" así lo hice, como si fuera una paleta, "sigue acariciandola con las manos" lo masturbaba mientras chupaba la punta, despues de unos minutos me dijo "ahora intenta meter lo más posible a tu boca" por más que intente no podia meter ni la mitad, la tenía tan grande y gorda que con poco más de la punta me llegaba casi a la garganta, el maestro Rabago se reía y me decía "eres una delicia de nena, ¿no te cabe bonita? Te voy a enseñar a complacer a un hombre" moviendo su pelvis me la encajaba más en la garganta firme y profundo, aumentaba el ritmo en momentos y me hacia dar arcadas, cuando sentí que me ahogaba y ya me dolían las mandíbulas me quité y lo empujé "ya no quiero es demasiado grande" le hice un puchero y mientras me quitaba la blusa me dijo "no me puedes dejar así Sara, tienes que terminar lo que ...
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