1. ¡ofú, qué calor! (2 de 4)


    Fecha: 26/03/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Machi, Fuente: TodoRelatos

    ... silenciosamente.
    
    No son el prototipo de belleza que venden en la publicidad y en las revistas de moda, no tienen nada que ver con los metrosexuales que se lleva a la cama normalmente, pese a esto, o quizás por ello, cuanto más los mira, más aumenta su atracción hacia los dos fornidos tipos. De siempre ha tenido la convicción de que los uniformes de trabajo incrementan la hombría de quien los lleva y, en el caso de estos dos, su teoría no puede estar más acertada.
    
    Los observa trabajar, al usar las herramientas y mover el electrodoméstico a lo largo de la sala, sus músculos se tensan bajo el ajado uniforme, sus rostros se contraen en una brutal mueca por el esfuerzo, todos sus movimientos emanan una virilidad que alimentan su libido de un modo brutal. La excitación que la embarga al mirarlos es tal, que se queda completamente extasiada en la entrada del salón, como parada en el tiempo.
    
    Está tan sumida en degustar las feromonas que desprenden la actividad que se desarrolla en el salón de su casa, que no se percata que Fran ha girado la cabeza hacia donde está ella y le dedica toda su atención. Los ojos del hombre se clavan en la mujer y la recorren sin pudor de abajo arriba, hasta que se encuentran con los suyos, enfrentándose ambos en un desvergonzado duelo para demostrar quién de los dos tiene la situación bajo control.
    
    Lo fácil para Paloma hubiera sido desviar la mirada, bajar la cabeza y darse la media vuelta ninguneando al operario en su afán de seducirla, pero ...
    ... en vez de eso le mantiene el pulso. La tensión sexual que surge entre los dos a los pocos segundos se puede cortar con un cuchillo, por un momento ignoran la presencia del su compañero y el calvete, de forma descarada e impúdica, se lleva la mano a la entrepierna y aprieta burdamente su paquete. La respuesta de la atrevida mujer es la de morderse libidinosamente el labio, dejando que el deseo que la desborda gobierne por completo cada punto de su expresión facial.
    
    Robert no da crédito a lo que ve, el bombón rubio está coqueteando con su amigo y este se le está insinuando sin ningún reparo. Lo morboso de la situación propicia que su pene se despierte y comience a palpitar levemente dentro de su ropa interior, irreflexivamente lleva la mano a su paquete y agarra con fuerza su aparato genital.
    
    Paloma divide su atención entre los dos machos que tiene ante ella, no es la primera vez que se enfrenta a un trío, pero en las muchas otras ocasiones tenía la coartada de estar desinhibida por unas cuantas copas sazonadas con alguna raya de coca. Hoy está resacosa, muy salida y la poca sensatez que le resta no puede batallar con las enormes ganas de sexo que bullen en su interior. Sin meditarlo ni un segundo decide que hoy va a follar con los dos machos que tiene delante de ella, por lo que avanza hacia ellos con un caminar sigiloso y cautivador como el de un felino.
    
    Los dos operarios se miran atónito, no necesitan intercambiar ninguna palabra entre ellos para saber que les acaba ...
«1...345...»