1. En manos de un remisero


    Fecha: 18/03/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Esa noche había salido con algunas amigas, a celebrar el divorcio de una de ellas.Estela era una buena amiga, pero con su marido era una perra, que lo humillaba y le metía los cuernos a morir. Hasta que un día el pobre tipo se hartó y le pidió el divorcio, justo lo que quería Estela…Entonces esa noche nos reunimos todas las perras y decidimos imitar a Estela, metiéndole los cuernos a nuestros esposos, pero sin llegar a conseguir ningún divorcio…Camila y Helena, que por supuesto esa noche formaban parte del grupo, pronto desaparecieron en brazos de un par de pendejos apuestos y ya no volvimos a verlas por el resto de la noche…Por otra parte, Susana se enredó con una nena que parecía ser un travesti. Nos saludó desde lejos y se fue de la mano de esa chica “con pito”…La última en desaparecer fue la agasajada Estela, que fue casi raptada por un stripper musculoso y tampoco volvió a aparecer.Me quedé sola en la mesa; con demasiadas margaritas encima y un poco mareada. Varios tipos osaron acercarse a mí; algunos con más suerte que otros, ya que, en mi somnolencia, sentí varios dedos que acariciaban mi concha a través de mi diminuta tanga.En un momento me levanté para dirigirme al baño y, al sentarme en el inodoro, descubrí que uno de esos tipos se había quedado con mi tanga…Así atontada como estaba, comprobé que nadie me había cogido esa noche, ya que mi concha estaba seca y bastante apretada.Allí sentada abrí mis piernas y comencé a tocarme, metiendo mis dedos bien adentro dentro ...
    ... de mi concha. Pronto la sentí bien humedecida y finalmente llegué a un buen orgasmo, aullando como una perra…Salí del baño y decidí irme a casa.Ya en el estacionamiento del boliche, me di cuenta de que no estaba en condiciones de manejar y entonces me bajé de mi auto y busqué una agencia de remises, para que alguien me condujera a mi casa.El chofer que me tocó fue un hombre bastante mayor, serio pero conversador, aunque no pude recordar nada de lo que intentó charlar conmigo…Nunca supe cómo hice para entrar a mi casa. A la mañana siguiente desperté bastante tarde y me encontré acostada boca abajo en mi propia cama, todavía vestida, aunque sin mi tanga y con mis propios fluidos vaginales deslizándose entre mis muslos.Me metí un par de dedos en la vagina y comprobé que, al menos, el chofer que me había dejado en casa no se había aprovechado de mi estado tan calamitoso y deplorable. No tenía adentro semen ajeno…Así recostada boca abajo, sentí una tremenda calentura y me hice una paja con los dedos, hasta acabar gritando. Levanté mi cabeza de la almohada y sentí un dolor punzante en la nuca. La resaca que traía era lamentable.A duras penas logré levantarme de la cama y arrastrarme hasta el baño, para tomar una buena ducha caliente y reparadora.Mientras me secaba el pelo busqué mi teléfono y, después de un largo rato, pude encontrarlo en la puerta de entrada, tirado en el piso. No pude encontrar mi cartera por ningún lado.Fui hasta la cocina por un café que me aliviara un poco la ...
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