1. Chupándole el pito a unos jóvenes universitarios


    Fecha: 11/04/2024, Categorías: Transexuales Autor: IsisVal, Fuente: CuentoRelatos

    Hola, queridos lectores. La siguiente anécdota la he alterado un poco, ya que conocí a los involucrados en una etapa de su vida un poco complicada; sin embargo, en ese entonces ellos y yo la pasamos estupendo y, para concentrarse en lo bueno y dejar de lado lo problemático, no daré muchos más detalles que los que se leen enseguida.
    
    En esos días, ya de lleno en el travestismo, conocí a un galán de redes sociales con quien me gustaba tener sexting. Yo lo calentaba relatándole mis fantasías, así como mis aventuras, y él me decía cosas calientes sobre cómo sería si nos viéramos para coger:
    
    -¿Te gusta chupar pitos, corazón?
    
    -¡Me encanta!, es lo que más me gusta. Cuando estoy con un hombre lo primero que hago es mamarle su pito… En mi despertar sexual, en la prepa, cuando hacíamos fiestas en las que no faltaba el alcohol, ya borracha le pedía a algún chico que me enseñara su verga y solita se la empezaba a mamar. Algunos chicos ya sólo me lo pedían directamente desde el comienzo y yo no me negaba. En una sola noche de parranda pude mamar hasta 7 vergas distintas.
    
    Un día tuve que meterme a un café internet para hacer un trámite urgente; pagué la hora y el trámite lo terminé en breves 15 minutos, por lo que decidí abrir una sesión de mis redes sociales. Encontré a este amigo, nos saludamos, nos comenzamos a decir cosas lindas, sucias y muy calientes; le recordé lo mucho que me gusta chupar pitos, cómo me gusta que me bajen la cabeza para que se las chupe, cómo se la he ...
    ... chupado a muchos hombres, algunos de ellos nada guapos y nada agradables, pero que, sabiendo de mi debilidad por el sexo oral, me habían convencido de mamárselas sin ningún problema.
    
    Estábamos metidos en esa conversación ardiente cuando recibí una llamada, relacionada al trámite que había ido a hacer, en la que se me pedía ir a otro lugar con urgencia. Cerré algunas ventanas, pagué mi cuenta y salí de ahí rápido y sin darme cuenta que había dejado mi sesión abierta.
    
    Al llegar a casa y abrir mi sesión, me encontré con un inbox de una cuenta desconocida. El mensaje decía “Hola, dejaste tu sesión abierta en el café X. Yo la cerré por ti, vi un poco de tu perfil, pero no hice nada más indebido. Disculpa por haber visto tu perfil sin permiso”. Me sentí muy avergonzada y respondí el inbox agradeciéndole a la persona el gesto de avisarme de mi torpeza y de no haber hecho un mal uso de mi cuenta. Un rato después, tuve respuesta a mi agradecimiento por parte del propietario de esa cuenta: un estudiante como del primer o segundo año de la universidad, ni feo ni guapo, un chavo normal. Respondí cordial a todo lo que decía y así mantuvimos una conversación tranquila y amena; me contó que iba a una universidad de paga muy prestigiosa y jugaba básquet en el equipo de su escuela; que le gustaba todo tipo de música y que le gustaba bailar, pero que casi no salía por sus compromisos escolares.
    
    Yo le conté de mi trabajo, de la música que me gusta, las películas que suelo ver y de qué ...
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