1. Chupándole el pito a unos jóvenes universitarios


    Fecha: 11/04/2024, Categorías: Transexuales Autor: IsisVal, Fuente: CuentoRelatos

    ... cuarto. Sus amigos iban detrás de mí, diciéndome que se me veía muy bien mi trasero, cumplido que agradecí con un movimiento más exagerado de mis caderas.
    
    Rumbo al cuarto del chico, se nos apareció otro muchacho:
    
    -¿Qué onda? (le preguntó mi anfitrión al que, adiviné, era su hermano, un chico que se había quedado boquiabierto al verme).
    
    -Me asomé por el ruidero que hacen.
    
    Volteándose a nosotros, el anfitrión les dijo a sus amigos que me enseñaran dónde estaba su cuarto, que nos alcanzaba en un momento, y se quedó en el pasillo con su hermano platicando.
    
    Llegamos al cuarto; uno de los chicos se acercó a mí de frente y me dijo: “te ves muy guapa, más guapa que varias mujeres que conozco”, me tomó de la mano y se acercó a besarme la mejilla. Le di las gracias por el cumplido y le respondí con un beso en la mejilla también, mientras sentía cómo el otro chico se acercaba por detrás, acariciaba mi cintura y me decía: “se te ven ricas las nalgas”. “¿Te gustan, chico?, ven siéntelas”, tomé su mano y lo jalé hacia mí para que me abrazara por la espalda y me arrimara su pene. Comenzaron a frotarse frenéticamente, el de atrás contra mis nalgas y el de adelante contra mi muslo mientras me besaba el cuello. Yo gemía suavecito entre esos dos chamacos deseosos de mi cuerpo cuando llegó nuestro anfitrión: “¿Ya empezaron sin mí?” Yo lo volteé a ver y le hice una seña de que se acercara; ya cerca nos besamos en la boca mientras los otros dos me manoseaban mis nalgas y, para mi ...
    ... sorpresa, mi pene erecto de la excitación de ser el juguete sexual de esos muchachos.
    
    Seguía besando al chico cuando comencé con mis manos a buscar los penes de los otros; los acaricié por encima de la ropa brevemente, pero ellos decidieron pronto quitarse los pantalones. Con las vergas descubiertas, empecé a jalarlas mientras mi anfitrión me besaba el cuello, me abrazaba y me sobaba frenéticamente mis nalgas por encima de los leggins. Los otros chicos, con las manos en la cintura y las vergas paradas, se dejaban masturbar por mí y me decían que lo sabía hacer muy rico. Así estuvimos algunos minutos hasta que el anfitrión me dijo “ahora sí, a lo que vienes, puta” y se sacó la verga, pidiendo ser el primero al que se la chupara. “A ver, corazón, trae aquí tu verga, mi vida”, le decía mientras me agachaba a mamar. “Uy, que rica verga, así sin muchos vellos, me gusta cómo sabe, mi vida”. Se la chupaba con mucho deseo y sin dejar de jalar las otras dos, que estaban esperando mi boca, mientras los chicos me decían “eres toda una experta, se ve que sí te gusta mucho la verga”, “sí, corazón, me encanta, y las suyas están más ricas porque son vírgenes, ¿verdad?”, “sí, nadie nos la ha mamado antes”.
    
    Estaba tan excitada que no noté la puerta abrirse; de pronto, me sobresaltó que me empezaran a acariciar las nalgas, me detuve brevemente y vi al hermano, agachado detrás de mí, acariciándome las nalgas con mirada lujuriosa. “¡Qué rico que te nos uniste! Desde que te vi en el pasillo ...