1. Consuelo (Continuación)


    Fecha: 14/04/2024, Categorías: Confesiones Autor: profemayte1, Fuente: TodoRelatos

    ... punto de exprimir. Mis tetas rebotaban en círculos, de pronto el atrapo un pezón con su boca esa sensación cálida y húmeda fue suficiente para mi segundo orgasmo mis sentones en su miembro fueron más frenéticos me tomo de las caderas mientras decía: Así, así ya casi y sentí su pene palpitar dentro mío al expulsar su semen.
    
    Nos quedamos abrazados besándonos y recuperando el aliento hasta que nuestros empapados sexos se separaron
    
    Vamos a comer—le pregunte, respondió con un gruñido afirmativo, me levante para acomodarme la ropa, me vestí y el continuaba sentado medio dormido con su miembro flácido colgando, al verlo así me pareció bastante feo, la piel de la punta negra y arrugada cubría totalmente el glande y su vello púbico (empapado de mis jugos vaginales) no me permitía apreciar sus testiculos definitivamente prefería verlo erecto y estando excitada, sin embargo me acomedí a quitarle el preservativo y limpiarlo con pañuelos desechables.
    
    Salimos de la oficina y fuimos cada uno a lavarnos, en el baño aproveche para tirar el preservativo no podía tirarlo en mi oficina, nos reencontramos y camino al estacionamiento yo lo bromeaba por haberse enojado a media cogida pero que había estado rico ya sabía cómo hacer la próxima vez, -- Debería haberte puesto rojas tus nalgotas a palmadas—Lo hiciste-- reíamos con ganas cuando sonó su teléfono.
    
    Con cara de asustado me dijo: Es mi esposa me está esperando en el estacionamiento.
    
    Pues vamos—le dije
    
    No caminamos mucho ...
    ... cuando la encontramos, me pregunte si nos veríamos cansados por la cogida que nos acabábamos de dar o si oleríamos a sexo, agradecí que lleváramos cubre bocas, ambos se retiraron el cubre bocas y se dieron un besito en los labios (pensé que el aun traía mis babas en la boca de nuestros besos así como yo traía las suyas en los senos) la salude de lejecitos como es ahora, ya la conocía sin embargo nunca había reparado en su físico y menos compararme con ella, una mujer más joven que yo, alta, guapa, con senos más grandes que los míos, atractiva en general, con sus jeans se notaban sus piernas delgadas y pompitas pequeñas paradas pero no carnosas, entendí porque su esposo se engolosinaba tanto de las mías.
    
    Conversamos un poco del trabajo, de la pandemia y otras tonterías, mientras ella hablaba no dejaba de pensar que esa mujer no se podía imaginar que hacía unos pocos minutos estabamos medio desnudos en mi oficina, acariciándole la verga a su esposo y como me había ensartado su sexo en el mío, sino hubiéramos ido al baño seguramente las manos de su esposo olerían a mi panocha, de echo su vello púbico en ese momento estaba tieso por una mezcla de nuestros jugos sexuales.
    
    Me pidió que no lo entretuviera tanto con las juntas de profesores en la noche del viernes, no podía decirle que lo único que juntamos el viernes pasado fueron nuestros cuerpos desnudos y que planeaba hacer lo mismo el próximo--No te prometo nada es la hora en que la mayoría de los profesores tiene tiempo y ...