1. Vacaciones Inolvidables 10


    Fecha: 22/04/2024, Categorías: Hetero Incesto Autor: Riseva, Fuente: SexoSinTabues30

    ... acostarse, la mamá y yo tenemos algo que hacer urgentemente –
    
    – Pero yo quiero ver – dijo ella.
    
    – No, no voy a estar tranquila haciendo el amor con tu padre si tu estás metida aquí en la cama – dijo perentoriamente. De mala gana se levantó y se fue bajando el camisón que dejaba al descubierto la punta de sus nalgas desnudas.
    
    En cuanto mi hija salió del dormitorio, mi esposa metió mi miembro en su boca y succionaba ávidamente. Después nos desnudamos y nos chupabamos mutuamente, su lengua recorría todo el largo de mi erección, bajando por mis testículos hasta mi esfínter anal, todo se sentía muy rico. Hacía mucho tiempo que no hacíamos eso. Yo hice lo mismo, chupé se ano, introduje mi lengua y después dos dedos mientras chupaba su clitoris, la sentía quedarse, gemir y suspirar. Ella hacía lo mismo conmigo, sus dedos me penetraban anualmente mientras su boca chupaba mi miembro como si quisiera comérselo.
    
    – Espera, lo quiero dentro – dijo dándose vuelta y poniéndose en cuatro.
    
    – Ahora lo quiero anal – dijo tomando mi erección y poniéndola en su ano. Empujé suavemente, a la tercera vez sentí como mi miembro se abría paso atraves de su esfínter anal, lo que hizo que ella dejara escapar un quejido profundo.
    
    – Estás bien? –
    
    – Si, sigue, no te detengas – dijo con su frente en la almohada. De reojo veía a mi hija parada en la puerta. Continúe e.pujando, poco a poco y cada vez escuchaba su quejido cada vez más suave, hasta que toqué fondo.
    
    La dejé descansar un ...
    ... par de minutos y después comencé a moverme, cada empujón era un quejido, la rapidez de los quejidos aumentó según aumentaba la rapidez de mis estocadas. De pronto recordé que mi esposa tenía orgasmos anales más lentos que los vaginales, que con ese ritmo yo iba a terminar antes que ella, por lo que decidí contar.
    
    A una estocada por minuto, me permitía controlar mi eyaculación…17, 18, 19, 20…no recordaba cuantas estocadas resistía ella antes de su orgasmo, pero sin duda eran el doble que las vaginales…53, 54, 55, 56…sus quejidos eran cada vez más cortos…143, 144, 145, 146…a estas alturas sus quejidos sonaban más como gemidos de placer. Una estocada por segundo, sesenta por minutos, 300 en 5 minutos y contando. No recuerdo hasta cuanto conté la última vez.
    
    Seguía con mi ritmo mientras con una mano acariciaba su clitoris por entre sus piernas y con la otra su pecho y su pezón. Al mismo tiempo sentí una mano suave y caliente que acariciaba mis muslos, mis testículos y mis nalgas, sentí cuando introdujo sus dedos suaves y largos por mi ano con el mismo ritmo pero al contrario. Ahora sentí que si no apuraba a mi esposa iba a acabar antes que ella, el masaje a la próstata que me hacía mi hija estaba delicioso.
    
    Por suerte mi esposa comenzó con si orgasmo, aumenté a velocidad a dos empujones por segundo, a los dos minutos comenzó su orgasmo, se revolvía en la cama con cada estocada y a mi me pasaba lo mismo, cada penetración con los dedos de mi hija era una eyaculación con un ...