1. Vacaciones Inolvidables 10


    Fecha: 22/04/2024, Categorías: Hetero Incesto Autor: Riseva, Fuente: SexoSinTabues30

    ... gemido de placer.
    
    Cuando tenía 11 años, recuerdo que fuimos a un camping con unos tíos, a mi me tocó dormir en la misma carpa con mi primo, un año mayor. Él me enseñó a masturbarme, cada noche en la carpa, me masturbaba a mi u yo a él. El de él era un poco más grande, más largo en realidad, pero del mismo grosor.
    
    – Quieres que te lo meta? – me dijo una noche.
    
    – Ponte en 4 – me dijo antes de que yo dijera algo.
    
    Me echó salida en mi ano y me penetró. En ese tiempo no sabía de orgasmos ni eyaculaciones.
    
    – Qué me echaste adentro ? – le pregunté cuando terminó.
    
    – Mi lechita, ahora acuéstate de guata y quédate quieto – dijo mientras me tapaba y se tapaba.
    
    Recuerdo que la carpa era calurosa, por eso dormíamos desnudos. También me enseñó a chupárselo, cada vez, antes de penenetrarme. No recuerdo haber tenido un orgasmo, pero si recuerdo que me gustaba hacer el amor con él, era super tierno y caluroso. Estuvimos un mes de vacaciones. Después en mi casa, por las noches, lo echaba de menos, me cogia todas las noches y muchas veces dos o mas veces.
    
    Al año siguiente, mis tíos no fueron al camping con nosotros. Y yo que tenía la esperanza de dormir con mi primo, se me vino el mundo abajo.
    
    Una noche que me estaba acordando de él y masturbandome, me di cuenta que mi ...
    ... hermana de 10 años, en ese tiempo, me estaba mirando.
    
    – Qué estás haciendo? – me preguntó. No teníamos lámpara dentro de la carpa, pero no la necesitábamos, había un poste de luz el el sitio de al lado, que iluminaba todo dentro de la carpa.
    
    – Ven, pásame tu mano, tómalo así y hazlo así – enseñándole a masturbarme.
    
    Al principio presentó algo de resistencia, pero después le gustó y sin que se lo pudiera me lo hacía. Estaba recién comenzando a eyacular y era poco lo que me salía. Y como dormíamos juntos, sólo con poleras, una noche que la tenía abrazada por atrás, la penetré hasta que eyaculé dentro de ella, esa noche y todas las que siguieron. Me lo tocaba, me lo chupaba y la penetraba anal, como mi primo me había enseñado.
    
    Sería talvez por éso que me gustaba que mi esposa me penetrara con los dedos? En todo caso nunca sentí atracción por ningún hombre, ni siquiera cuando en el colegio nos duchábamos con mis compañeros y les veía su pene a todos. Incluso hasta podía identificarlos por su pene. Aunque todos era iguales, también eran distintos.
    
    Mi hija salió del dormitorio antes de que mi esposa se diera cuenta.
    
    – Te dolió mucho? – le pregunté.
    
    – Sólo al principio, después estuvo rico, ahora voy a descansar un ratito y después seguimos – me dijo cerrando los ojos. 
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