1. Confesiones de una veterana de 62 años


    Fecha: 21/03/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: pepitito, Fuente: xHamster

    Hace poco, alguien con quien había intimado me preguntó sobre cómo había sido mi vida sexual en mi juventud. Obviamente quien preguntaba era un hombre mucho menor que yo. He aquí mi confesión.Las mujeres de mi época, salvo contadísimas excepciones, no hemos conocido el placer sexual en toda su dimensión tal como ahora se lo conoce y practica. Lo afirmo categóricamente a partir de mi experiencia y la de amigas de mi misma edad. Aclaro que me refiero a la mayoría de las mujeres de vida familiar. Los hombres, en aquel entonces, entendían que había dos tipos de mujeres para relacionarse, las que eran para casarse y las que eran para el goce, llamadas mujeres de vida fácil.En aquellos tiempos, durante el noviazgo, que por cierto duraba años, no había más juegos que los besos apasionados, toqueteos sobre la ropa y refriegues en cuerpo a cuerpo, donde la mujer sentía el pene del hombre sobre su entrepierna, pero siempre vestidos. El juego amoroso podía llegar a magreos de las tetas por parte del novio o masajes peneanos por parte de la mujer. Era una condición fundamental que la mujer debía llegar virgen al matrimonio. En algunos pueblos se exhibían los calzones con sangre para demostrar que el varón había roto el himen femenino para demostrar la virginidad.Una vez casados, la mujer participaba del acto sexual poniendo su vagina al servicio del apetito sexual del varón. No había excusas cuando él proponía, no había horario, cansancio, ni nada que argumentar cuando el varón llegaba ...
    ... con ganas de satisfacer sus deseos.Los actos sexuales eran convencionales. Es decir que casi no había juegos previos más que algún beso y caricias en las partes íntimas. Luego se producía la penetración hasta que el hombre decidiera acabar, y allí se terminaba todo. Jamás había preocupación si la mujer llegaba al orgasmo o no. De hecho había y hay todavía mujeres que nunca han sentido el supremo goce de un orgasmo.Los juegos sexuales, que en esa época se denominaban perversiones quedaban para los lupanares o quilombos, donde las mujeres eran especialistas en ello y toleraban todo lo que viniera a cambio de buen dinero. Para ello recibían lecciones de sus madamas.Todo lo que he explicado es al solo efecto de que puedan entender que le pasa a una mujer que a los 62 años pudo conocer todas las distintas alternativas de goce sexual que hoy se practican.Sentir que te chupan la vagina y que con la lengua te exploran todo su interior y martillan o muerden tu clítoris, no tiene comparación con ninguna otra sensación de placer que hayas sentido previamente. Acabar teniendo un orgasmo en la boca de tu compañero es también una gozada muy fuerte.Que te den por la concha, si bien no es novedoso, lo es cuando antes ha habido juegos previos que te ponen en un estado de excitación máximo y te permite lubricar la vagina a la espera del falo que te dará más placer en el juego de mete y saca.Lo de entregar el agujero posterior es una jugada de riesgo que puede salir mal si el compañero no sabe ...
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