1. Helena y el anochecer de un día agitado


    Fecha: 06/04/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... puerta quedó abierta y unos instantes después el ruido chirriante de la cama y algunos gemidos apagados de Helena me indicaron que ya el bruto estaba disfrutando de la dulce conchita de mi amiga.Tuco por su parte parecía estar algo incómodo, así que se salió de mí, me llevó hasta la mesa y me hizo inclinar sobre la tabla, dejando expuesta mi cola. Yo estaba ultra caliente con la cogida, él todavía no había acabado y tampoco me había hecho acabar a mí.“Ahora te voy a romper el culo, ese culo redondo tuyo me está volviendo loco”.Le pedí que siguiera cogiéndome la concha, que me hiciera acabar sobre su pija.“Ahh putita, te gustó mi pija entonces?”. Enseguida sentí que mi concha se llenaba otra vez con esa dura verga, haciéndome humedecer todavía más. Me bombeó fuerte durante un buen rato, hasta que sentí un intenso orgasmo subiendo por mi cuerpo. Quise reprimir el grito de placer, pero me fue imposible. Acabé sobre esa pija con todas mis fuerzas y quedé tirada sobre la mesa, exhausta. Tuco mientras seguía cogiéndome, pero unos instantes después gritó y se vació dentro de ...
    ... mí.Los gemidos de Helena ahora se habían convertido en aullidos de dolor, evidentemente no la estaba pasando muy bien. Se oía también golpes que Tico le debería estar dando en la cola, mezclados con varios insultos de su parte. Finalmente se hizo silencio y Tico apareció en el comedor, con su gruesa verga chorreando semen, jadeante y cubierto en sudor.“Esa perra me dejó casi muerto, es la mejor concha que he tenido en años…Tuco, te parece bien si intercambiamos?... la morocha te va a volver loco”.Tuco ni siquiera respondió. Desapareció dentro de la habitación, dejándome a merced de este bruto de Tico, que ya se masajeaba la pija mientras miraba fijamente mi cola expuesta, lista para que me la destrozara a vergazos.Adiviné su intención, así que me incorporé lo más rápido que pude e intenté llegar a la cocina, pero los fuertes brazos de Tico me abarajaron en el aire y me arrojaron sobre el sillón del comedor.Mientras el bruto se acercaba alcancé a ver la hora en un reloj de la pared.Había recién pasado la medianoche… la mad**gada del domingo todavía iba a ser interminable… 
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