1. Confidencias 26 Con David, sin violencias


    Fecha: 11/04/2018, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... miraba, de una forma tan dulce, tan delicada, como si temiera romperme y era justo lo que deseaba. Sin prisas, entre beso y beso fui desabotonándole la camisa, la abrí para admirar los cuadrados pectorales con sus lindas tetitas de diminutos pezones, pasé la mano por ellos y se endurecieron, tenía el abdomen marcado, le surcaba una profunda hendidura desde el esternón hasta el vientre. Solté la cintura del pañalón y lo fui deslizando, cayendo de rodillas siguiendo la caída de la prenda hasta que mi cara quedó a la altura del bulto que se marcaba rotundo y duro en el bóxer. Las piernas eran columnas de endurecidos tendones y músculos. Una precisa máquina de carne y hueso. Sujeté la cinturilla elástica de los bóxer y los fui bajando, apareció su pene que veía por primera vez, aquella noche pude sentirlo romper mi carne pero no llegue a verlo. El largo y el grosor no resultaban terribles, pero sus veinte centímetros me parecieron muy bellos y suficientes, el glande cubierto, en parte, era más grueso que el tronco, de color rosa fuerte, como chicle, cubierto de vello que le nacía en el talló unos centímetros por encima de su pubis y le pendía una bolsa escrotal de considerable tamaño envuelta en abundante vello castaño. Miraba el detalle, el conjunto y me resultaba admirable, no pude dejar de llevar mis pequeñas manos para rodear su verga envolviéndola entre mis dedos, empujó ligeramente las caderas y empecé a acariciarle corriendo el pellejo para liberar el glande. Miraba el ...
    ... movimiento que hacía el pellejo al tirar de él, y la gota que licor que se iba formando en la punta de la polla, los testículos se movían siguiendo el movimiento de las manos. La gota de precum creció y la recogí con la yema de mi dedo para llevarla a mi lengua, me gustó la suavidad y el dulzor y pensé como sería cuando su semen saliera de ese conducto para llenarme la boca. Sujetó con delicadeza mi cabeza y la colocó sobre su pubis aplastando la verga contra su abdomen. -Mámala Oriol, abre la boca. Y obedecí como se suponía que debía ser, no cabía duda alguna en mi cabeza y mi deseo me impulsaba a desearla tener en la boca. Era delicioso el sabor que me inundó las papilas gustativas y lo disfruté hasta que comencé a chupar con ganas metiendo la mitad del falo en la boca hasta arrancar un ronco gemido de profundo placer de su garganta que sonaba como un lejano trueno, también yo gemía sin emitir los sonidos. Con cada succión que le daba al glande apretado con la lengua contra el paladar sacaba un chorro de jugos de sus huevos llenando mi boca de sabores. Dejé de mamar la verga para terminar de quitarle la ropa, dejándole desnudo ante mí como la estatua de un invencible guerrero grande y potente. Me sujetó de los hombros y me elevó para comenzar a quitarme la ropa, yo le ayudaba en su labor impaciente y una vez desnudo me cogió en los brazos para llevarme a la cama, allí me dejó de rodillas, a cuatro patas con la cabeza hacía él y continué la labor interrumpida volviendo a ...
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