1. La mujer del disidente (03). Las pertenencias íntimas


    Fecha: 11/04/2018, Categorías: Fetichismo Dominación Autor: Senatore33, Fuente: CuentoRelatos

    ... exteriores y Amalia ya no aguantaba más sin ir al servicio. Solo le quedaba la opción de rogar que la dejaran ir al baño, o se lo tendría que hacer encima. -Por favor, señor -suplicó- necesito ir al aseo. He pasado varias horas en el coche y en el interrogatorio y ya no aguanto más. Amalia ya sabía que el teniente 'Bigotes' era un cabrón, y no estaba segura de si la permitiría ir al baño o si la obligaría a mearse encima. -Claro mujer, faltaría más -dijo, tras lo que dio instrucciones a los dos agentes que la acompañaban de continuo para que la dirigieran a un servicio-. Amalia se sintió aliviada, viendo que, al contrario de lo que ella pensaba que podría pasar, el teniente no había puesto objeción alguna a que fuera al aseo. Los dos hombres la acompañaron a través de un pasillo y llegaron a una pequeñísima habitación con un agujero en el suelo. La sala olía fatal, no tenía puerta, y el agujero en el suelo la hacía más indicada para ser usada por hombres. Aun así, los agentes le dijeron que pasara y se aliviara, pero permanecieron junto a ella, y sin hacer amago alguno de retirarse. -¿Qué pasa, señorita? Tenemos que vigilar -se justificó socarronamente uno de los agentes-. A Amalia no le quedaba más remedio que orinar delante de aquellos dos hombres. Para ella era algo bochornoso, ni siquiera en su casa, y a solas con su marido, dejaba la puerta abierta cuando iba al baño, y encima aquellos dos hombres ya lo sabían, pues se lo había tenido que contar, entre otras muchas ...
    ... intimidades. Como quería enseñar lo mínimo posible, se levantó ligeramente el vestido hasta medio muslo, lo suficiente para llegar al elástico de sus bragas por debajo del vestido y se las bajó por los muslos hasta casi las rodillas, tras lo que tuvo que agacharse delante de ellos. Al no haber ni siquiera taza, la postura era de lo más incómoda para ella, a la vez que grosera. Con cuidado levantó la parte trasera de su vestido, para no mearse encima, y comenzó a miccionar. Estaba muy nerviosa, y en una postura tan forzada que le costaba bastante mantener el equilibrio. Con los nervios no supo colocarse bien y sintió como parte del chorro de su orina le resbalaba por su muslo derecho. Intentó terminar lo antes posible, aun así tenía tantas ganas de orinar que tuvo que estar más tiempo de lo que habría querido, hasta que casi terminó. No había papel higiénico, y apresurada, enseguida se levantó de nuevo y volvió a subirse las bragas y a colocarse el vestido. Las últimas gotitas de pipí quedaron en sus braguitas. En el camino de vuelta, aunque los tres iban en silencio, pudo observar las caras de satisfacción que ostentaban ambos policías. Al volver a la sala del mostrador, el teniente preguntó a sus hombres si había ido todo bien. -No se ha limpiado -delató uno de los policías-. -Serás guarra -la acusó el teniente, y buscando en el neceser de la profesora sacó un paquete de pañuelos de papel y se lo lanzó. Amalia desprevenida intentó cogerlo al aire, pero cayó al suelo, con lo que ...
«1...3456»