1. La mujer del disidente (03). Las pertenencias íntimas


    Fecha: 11/04/2018, Categorías: Fetichismo Dominación Autor: Senatore33, Fuente: CuentoRelatos

    ... las camisetas, algo más larga que el resto, era la que Amalia utilizaba para ponerse sobre el legging, que también había acabado en la basura. Aunque Amalia la identificó como camiseta, el teniente la mandó etiquetar como vestido. Amalia sabía que le esperarían tiempos difíciles, en aquella prisión... Ya al fondo de la maleta tan solo quedaba un neceser y el resto era toda ropa interior, a saber: medias, sujetadores y varias bragas y tangas. Todo ello lo consideró correcto el 'Bigotes' y lo mandó etiquetar. Intencionadamente reparaba en particular en bragas y tangas, levantándolos a la vista de todos los presentes y mirándolos tanto por fuera como por dentro. Con las últimas prendas comenzó a dictar calificativos para que su ayudante las etiquetara: braguitas rositas, tanga putanero, o bragas descoloridas, fueron algunos de los que utilizó, este último para referirse a unas bragas azul marino que Amalia solía utilizar cuando tenía la regla, y que tras una hemorragia repentina había tenido que lavar con lejía para eliminar los restos, lo que había hecho que la zona de la entrepierna, donde aplicó la lejía, quedara descolorida. En ese momento el capitán entró en la sala con una copia del informe que había redactado y se la entregó al teniente, quien dejó momentáneamente de revisar la maleta, y con parsimonia, una vez que el capitán ya había salido, se puso a leerlo detenidamente, como si nadie más esperara en la sala. Amalia no estaba segura de que los policías se hubieran ...
    ... percatado del tiempo que había pasado sin ir al baño, pero de lo que si que estaba segura era de que esas esperas, de algún modo u otro tenían como objetivo incomodarla y acentuar su debilidad frente a aquellos hombres. Tras leer el informe, el teniente siguió sacando las últimas prendas de la maleta. Había un culotte que Amalia también usaba cuando tenía la regla, pero este no le pareció una prenda adecuada y lo arrojó al cubo. A las últimas bragas que sacó las mandó etiquetar con el apelativo de rozacoños, utilizando la descripción que Amalia había tenido que hacer de sus labios vaginales, y que sin duda el capitán había plasmado en el informe. Cuando en el interior de la maleta ya solo quedaba el neceser, lo abrió y de manera brusca dejó caer todo su contenido sobre el mostrador. Amalia de nuevo se avergonzó al ver caer sus compresas y varios preservativos. Respecto al resto del contenido, el teniente decidió desechar los productos de belleza como antiarrugas, tónicos faciales o reafirmantes, y los lanzó al cubo de la basura. Sin embargo, los pintalabios, pintauñas y sombras para los ojos si que los mandó etiquetar y los metió de vuelta dentro del neceser, junto a los preservativos, las compresas y otros productos, como champú, jabón o cepillo de dientes. -No has traído pasta de dientes -señaló el teniente-. Pero no te preocupes, seguro que podremos encontrar una solución -añadió-. Ya con la maleta vacía, la cerró, pero aún quedaban por revisar los dos compartimentos ...
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