Por unos recuerdos de adolescencia II - Relatos Eróticos

Por unos recuerdos de adolescencia II

... poniéndosele dura, desee que se acercase y me dejase chupársela mientras su amigo me follaba, pero no sucedió. Luis no tardo mucho en correrse, nos quedamos tumbados en la cama recuperándonos, sabia que habría más sexo después, Jorge seguía mirándome fijamente sin dejar de acariciarse lentamente la polla, yo tenia ganas de acercarme y comerle la polla o de que él se colocase de nuevo detrás de mí y me enculase de nuevo, pero no hice ni dije nada. Después de un buen rato Jorge sin dejar de mirarme fijamente y muy rápido, como si no quisiera tener tiempo de arrepentirse de la que decía, me pregunto que se sentía, me quede un poco descolocado, no sabia a que se refería, o más bien quería que me lo dijese claramente, no recuerdo si le dije algo, solo recuerdo que me pregunto que era lo que sentía cuando te metían una polla por el culo, pensé que aquella pregunta y sobre todo mi respuesta podían abrirme muchas buenas sesiones de sexo con aquellos chicos, pero sobre todo quería ser honesto con él, o con ellos, les dije que al principio dolía, sobre todo las primeras veces, pero luego el dolor se convertía en un placer intenso que no podía compararse con nada, Jorge permaneció unos segundos mirándome sin decir nada, luego me dijo, mirándome fijamente a los ojos que lo quería probar, que quería que yo le follase, yo tenia muchas ganas de hacerlo, desvirgar a Jorge y tal vez a Luis, pero pensé que posiblemente sacaría más provecho si era Luis quien desvirgaba a Jorge y Jorge hacía lo ...

... propio con Luis Les dije que yo les indicaría como hacerlo para que los dos acabasen disfrutando, Luis, algo más vago, me dijo que yo preparase a Jorge y luego él haría el resto, le dije que si en el futuro tenia algún otro ligue le vendría bien saber prepararlo él mismo, se le paso la vaguería. Con calma fuimos preparando el culo de Jorge, este aguanto los preparativos sin rechistar, apenas dio un par de respingos cuando le dilatábamos el ano con más de un dedo, luego me coloque detrás de Luis y lo sujete por la polla y de la cadera para controlar su ritmo y la fuerza con que se la metía a su amigo, mientras la polla de Luis entraba en Jorge si que hubo algunos quejidos que Jorge intentaba ahogar a la vez que pedía la pedía que se la metiese toda. Yo en aquella posición, pegado a la espalda de Luis sujetándolo por la cintura para controlar el ritmo con que se follaba a Jorge, sintiendo el calor tibio de su cuerpo contra mi cuerpo y la suavidad de sus nalgas contra mi polla, al tiempo que por encima de su hombro veía como estaba enculando a Jorge, no podía sentirme más excitado, además Luis parecía disfrutar al sentir los roces de mi polla dura en sus nalgas, después de un rato los quejidos de Jorge se fueron transformando en gemidos y le fui dejando a Luis más libertad de movimiento pero sin dejar de recomendarle, hablándole al oído, que fuese despacio, explicándole que aunque por el placer quisiese acelerar el ritmo le convenía hacerlo despacio para que el otro no sintiese ...