1. Un trío totalmente inesperado


    Fecha: 15/04/2018, Categorías: Sexo en Grupo Anal Autor: Eleonora, Fuente: CuentoRelatos

    Hola a todos, Para aquellos que no me conocen o no leyeron mis anteriores relatos le comento que mi nombre es Eleonora, tengo 26 años y estoy casada. Soy una mujer muy orgullosa de su cuerpo y me esfuerzo a diario para cuidarlo realizando deportes y yendo al gimnasio. Mi cabello naturalmente es castaño, pero me realizo tratamientos que me hacen variar entre el rubio y el morocho. Mido 1,68 mts, tengo unas grandes tetas, una afinada cintura y la parte más elogiada por los hombres es mi cola. Las experiencias sexuales con mi marido iban en aumento. Por supuesto que delante de mi estricta familia seguíamos siendo la pareja tradicional de siempre. Cuando nos reuníamos a comer con mis padres en familia, todas las hermanas nos cuidábamos de no usar ropa ajustada, de colores tranquilos y que no dejasen ver de manera excesiva parte de nuestros cuerpos. Uno de los juegos que teníamos con mi marido era ir a la casa de ellos a comer vestida de manera elegante y formal, pero debajo tener un body comprado en algún pornoshopp. La única que salía del molde era mi hermana Cecilia. Con sus 23 años tenía una personalidad arrolladora, decidida a vivir una vida nueva, sin tapujos ni restricciones. Con un cuerpo estupendo, ella siempre uso bikinis, jeans ajustados, remeras entalladas y lo que le dé en ganas. Por supuesto que al vivir con mis padres, muchas veces sale con más cuidado para que no se enfaden con ella. Tampoco les contaba sobre sus novios, ni cuando iba a los boliches a bailar o a ...
    ... tomar algo. Al ser las más cercanas en las edades y más compinches entre sí, es que aprovechaba a venir a casa a prepararse y cambiarse para salir, incluso a veces les mentía a mis padres diciéndoles que se quedaba a dormir en casa, cuando se quedaba en lo de una amiga o algún novio. Incluso eso a veces nos limitaba con respeto a las salidas o a la gente que invitáramos a casa porque se podía aparecer en cualquier momento de la noche o el día. Con mi marido también se lleva muy bien, ella suele llamarlo “cuña”, y siempre la aconsejamos que ponerse, que le queda bien o a donde ir. Obviamente que por su personalidad hace lo que quiere, pero siempre con muy buen humor y una hermosa sonrisa. Un sábado como tantos me pidió que la pasara a buscar por la casa de mis padres. Escondió un bolso en el baúl para que mis padres no vieran que llevaba ropa para cambiarse y los saludó diciendo que iba a estudiar con amigas y después venía a dormir en casa. Por supuesto que todo era falso, se iba a bailar y luego iba a pasar la noche en la casa de su novio. Se bañó, fue al dormitorio a cambiarse y me llamó para que opine sobre su ropa interior. La misma era diminuta y sexy a la vez, con medias y portaligas. Le resaltaba las curvas de su cuerpo y demostraban las ansías que tenía de pasar una noche a puro sexo. Una vez que le dije que le quedaba muy bien, volví al living junto a mi marido y comenzó con su acostumbrado desfile de ropa. Estamos acostumbrados a eso, siempre tarda en decidir que ...
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