1. Un trío totalmente inesperado


    Fecha: 15/04/2018, Categorías: Sexo en Grupo Anal Autor: Eleonora, Fuente: CuentoRelatos

    ... ponerse y se notaba que esa noche quería vestir de manera especial. Se probó unas calzas, una pollera, un jean… Cada prenda que se probaba venía y nos mostraba para escuchar nuestra opinión, pero no se convencía y se volvía a cambiar. Hasta que finalmente se decidió por un vestido negro, escotado, con una espalda que llegaba justo al borde de su cola, un poco largo pero con un tajo que le llegaba hasta el límite de su tanga (si esto lo lee una mujer, lo sabrá interpretar y espero los comentarios de ellas). Estaba realmente hermosa, sexy y elegante. Se maquilló, se perfumó, eligió una cartera sobre con motivos dorados y unos zapatos haciendo juego con tacos altos. Se mostró ante nosotros que elogiamos su elección y bajó al encuentro de su novio que hacía varios minutos que la estaba esperando. Nos quedamos solos mi marido y yo, pedimos comida y nos dispusimos a mirar una película ya que era tarde para cualquier otro plan. Terminamos de cenar y de mirar la película y nos fuimos a acostar, ya era tarde, pero así y todo nos ganó la pasión y comenzamos a tener sexo. En un momento escuchamos un ruido en el living, como si fuera un portazo. Nos asustamos, no esperábamos a nadie y supusimos ladrones. Mi marido salió de adentro mío, se puso el bóxer y rápidamente fue a ver qué pasaba. Yo me quedé sentada en la cama, asustada, tapada solo con las sábanas como si eso me fuese a cubrir. Pasaron unos minutos de mucha tensión hasta que mi marido se asoma por la puerta y luego de ...
    ... sobresaltarme, me dice: “es tu hermana”. Más asustada aún por lo que podría haberle pasado, me puse un remerón largo que tenía a mano y acudí velozmente al living a ver que sucedía. En un principio noté cuatro cosas muy claras. La primera era que mi hermana estaba llorando, la segunda que evidenciaba que no había pasado la noche que esperaba, la tercera es que estaba bajo efectos de alcohol y la cuarta era que mi marido seguía con una enorme erección producto de las relaciones que estábamos teniendo. Le pregunté si estaba bien y que le había pasado y me respondió que sí, pero que se había peleado con su novio. La situación era extraña, ella estaba triste y angustiada y nosotros semi desnudos y excitados. La consolamos, le explicamos que esos momentos pasan, que el amor siempre triunfa y todas las cosas que se pueden decir en esos momentos. Ella parecía tranquilizarse de a poco y nos quedamos conversando mientras mi marido traía tres tazas de café. Cuando logramos que el llanto se transformara en risas, le ofrecimos quedarse a dormir, que se relajara y que el otro día iba a ser mejor. Aceptó con la condición de dormir con nosotros porque nos necesitaba. Le dijimos que sí, le di un pijama y nos acostamos. Mi marido sobre un lado, ella sobre el otro y yo en el medio. A nosotros no habían cortado en la mejor parte por lo tanto en cuanto mi hermana se quedó dormida mi marido empezó a tocarme por debajo del remerón y ya tenía el miembro fuera de su bóxer. Me pajeaba y me ponía muy caliente ...