1. retorciendome la voluntad. Episodio IV


    Fecha: 24/09/2017, Categorías: Dominación Autor: marinerosado, Fuente: SexoSinTabues

    ... el miembro del guardia en mi garganta pues aun con la presencia de mi esposa este no paro de meterla. Se detuvo, cuando oyó lo que decía el amo. Me dejaron para que pudiera decir las palabras que me indicaban. Quede callada, no quería decirlo, pero igual me iban a obligar. Ellos querían doblegarme y lo iban a lograr. Pronuncie titubeante las palabras: señor por favor métamelo por detrás lo suplico. Y así fue. El negro le dijo a mi esposa: sino no quieres que se lo meta, ven ponte tú aquí. Ella no dijo media palabra. Yo preferí que así fuera, pues yo ya había sido violada y usada en innumerable ocasiones. Que más daba. Era una puta más obligada a servir sexualmente en este antro. Bueno sino aceptas, disfruta mirando cómo le rompo el culo a tu puta esposo. Y agarro con sus manos el falo erecto y presiono mi ano, que ya no tiene la fortaleza natural para resistir la entrada de nada. Ya ha ido perdiendo la fuerza para aguantar hasta las heces. Lo metió de un solo sopetón hasta el fondo, me produjo dolor pero la verdad es que estaba acostumbrándome a recibir estas embestidas de estos degenerados. El guardia por su parte también introdujo su miembro en mi boca y comenzaron a violarme sexualmente por ambos huecos. El negro me daba nalgadas fortísimas para marcar sus manos y abusar más de mí. Pude ver la cara de mi esposa, en sus mejillas corrían lagrimas supongo que de coraje, de tristeza, incapacidad y de odio. Ellos siguieron dándome, haciéndomelo lo más fuerte posible para ...
    ... demostrarle que ellos mandan y que harán conmigo lo que quieran o quizás lo que ya tienen planeado. El negro lo sacaba de mi culo y se lo mostraba a mi esposa y le decía: vez mira el tamaño tronco que tu puta se deja meter. Y fíjate que ni siquiera protesta. Que puta es. Así siguieron ambos hasta que el guardia comenzó los movimientos frenéticos de una venida. Dijo entrecortado: chúpala coño que me vengo y en dos últimos embates se derramos dentro de mi boca dejando su pene en la puerta de mi garganta. No hubo más opción que tragarla tratando de no ahogarme. Saco su miembro de mí y me dijo: límpiala con la lengua puta. Nunca yo había intentado hacer que mi mujer aceptara que eyaculara en su boca mucho menos que se la tragara. Eso era vedado para nosotros. Imagínense ella ver que yo tuve hasta que limpiar ese pene con mi lengua. Por detrás seguían rompiéndome el culo. Ese negro tenía un poder de retener la eyaculación que me tenía cortado el esfínter. Un dolor tremendo y ardor por las fisuras que tenía, pero él seguía acabando conmigo. No podía aliviar las penetraciones pues estaba atado y comprimido entre los enviones que me daba y la madera rustica que estaba acostado. Al final de la más larga cogida que me habían dado había dado. Se vino dentro de mí con movimientos brusco que me levantaban con todo banco. Quede con el culo destrozado, lleno de leche y derramando el semen depositado por este hombre. Así quede destrozado, vejado y vuelto un guiñapo de persona, sometida y abusada. ...