1. maite (1)


    Fecha: 14/05/2018, Categorías: Sexo Duro Autor: spanishguy1966, Fuente: xHamster

    ... abstinencia. tal vez por eso iba a ser tan complaciente. Yo no daba crédito a lo que veía. Maite se había tumbado de lado a mi derecha también de cara al espejo y con la rodilla derecha levantada reflejando una bonita panorámica de su coñito en el espejo y, sin m*****arse en quitarme los pantalones, me había sacado la polla a través de la bragueta con la mano izquierda y le estaba dando lametazos por todo el glande, mientras con la derecha me acariciaba los testículos. Yo, apoyado sobre los codos para tener una vista mejor, guiaba mis ojos de su boca a su coño y de su coño a su boca como en un partido de tenis. Su raja estaba muy abierta y lubricada y su flujo comenzaba a resbalar por sus muslo izquierdo apoyado sobre el suelo, mientras su ávida y lasciva lengua me recorría el nabo, mordiéndomelo en algunos momentos. Poco después se la metió entera en la boca y por todo el cuerpo me recorrió un escalofrío salvaje. No podía dejar de observar como su boca me devoraba el mango. Maite era una artista a la hora de chuparla y además le gustaba tener mi polla llenándole la boca. Tras unos minutos en los que Maite, además de mamármela como una posesa, me deleito con una estupenda paja, empecé a dar muestras de no poder más y efectivamente al poco tiempo descargué un caliente y blanco chorro de leche contra su garganta. Fue una de las mejores corridas que he tenido. Estaba alucinado: me parecía estar en el cielo, pero decidí darme prisa en bajar de las alturas, pues ahora me tocaba ...
    ... trabajar a mí, y estaba decidido a recompensarla en la misma medida. Para ello me puse inmediatamente manos a la obra. Me levanté el suelo y le cedí el sitio, sentándola de cara al espejo. Yo me situé a su lado en su antigua posición. Entonces, en vez de comerle directamente el coño, me dediqué a comerle las tetas y a acariciarle al mismo tiempo el clítoris, suavemente, mientras ella me abría la almeja con ambas manos para facilitarme un mejor acceso y una mejor visión. Mientras le comía con avidez los pezones, recorría una y otra vez con mi dedo la extensión de su raja desde la cabeza del clítoris a la entrada del ano magreándoselo a propósito, mientras sus jugos resbalaban por sus nalgas y al mismo tiempo empapaban mi dedo. Cuando me cansé de comerle las tetas, la hice tumbarse y me coloqué encima en sentido contrario, como en un sesenta y nueve, situando mi relajada y goteante polla sobre su boca para que ella me la volviese a chupar y me la dejase limpia para el siguiente acto de la función, pero no parecía dase cuenta de mis intenciones de lo absorta que estaba en su propio deleite, así que continué con las caricias, besándole la parte interior de los muslos hasta muy cerca de su coño, pero esquivándolo a propósito. Pronto comenzó a agitarse arriba y abajo y a ambos lados; entonces, me cogió la cabeza y me obligó a acercarme más a su entrepierna. Yo seguí esquivando su monte de Venus hasta que me rogó que le comiese el coño. De buena gana accedí y acerqué mi cara a su ...