1. INSTRUYENDO


    Fecha: 15/05/2018, Categorías: Anal Autor: gitanilla_andaluza, Fuente: xHamster

    No sé si sentiréis lo mismo, pero yo experimento una sensación enormemente excitante en el hecho de mantener una relación con una persona a la que, además de disfrutar en la cama, tengo la oportunidad de instruir sexualmente. Es el goce de enseñar a otra persona que su cuerpo le puede brindar placeres que desconoce, que la línea que te habían fijado en la arena no es una barrera infranqueable, que hay mucho más de lo que creías conocer.Ya conté que este verano tuve una aventura con un chico en mi ciudad natal, Córdoba. Había muchas cosas que condenaban la historia que tuvimos, como el hecho de que durante todo el año él estudia en Madrid y yo en Sevilla, que él se implicaba emocionalmente mucho más que yo (no es que yo no estuviera interesada en él, pero acababa de salir de una relación y no tenía ganas de nada complicado) o el propio hecho de que yo era su primera experiencia con una chica TS y aún estaba muy verde. A pesar de todo, fue una historia refrescante y divertida, y aunque no pude devolverle todo el afecto que él volcó en mí, sí que le enseñé cuanto pude.El aspecto que más le costaba era el del sexo anal. Aunque él mismo no era una persona conservadora, sí que venía de una familia bastante cerrada y había tenido una educación católica muy fuerte, por lo que creía que el sexo anal era doloroso y resultaba mejor no practicarlo. Obviamente empezó a cambiar de idea cuando vio cómo gozaba yo, pero aunque su mente estaba dispuesta a aceptarlo, su cuerpo parecía ...
    ... resistirse. Es algo que sucede muy a menudo: tu mente grita pidiendo algo, y tu cuerpo se resiste por falta de experiencia y por culpa de los miedos subconscientes.Ya os he descrito en alguna ocasión cómo ir sometiendo al cuerpo a los deseos de la mente, así que no me extenderé mucho en esta ocasión. Primero jugué con su ano empleando la lengua, posteriormente se lo lubriqué y me dediqué a acariciarlo, y finalmente le penetré con mi dedo, muy poco al principio, y luego un poco más. Tener mi dedo dentro de su ano se convirtió en una práctica habitual mientras le practicaba sexo oral o mientras lo masturbaba, de tal manera que su cuerpo se fue acostumbrando y dejó de presentar resistencia. Costó bastante, todo sea dicho.Cuando el verano ya comenzaba a extinguirse, le tanteé sobre la posibilidad de usar algún juguete en su culo. Él prefería que yo lo penetrara, pero sinceramente prefiero empezar primero con un juguete, pues con él se puede controlar mejor el ritmo y el tiempo, de tal modo que cuando seas tú quien se introduzca dentro de tu pareja, esta ya tenga una impresión muy positiva del sexo anal. Obviamente él no se iba a comprar un juguete que no sabía si le iba a gustar, así que usamos uno mío, aunque obviamente le puse un preservativo para mayor seguridad. Todos somos personas muy limpias y muy sanas, y justamente para seguir siéndolo hay que usar protección cuando no estás con una pareja estable.El juguete que elegí fue un Rude Boy, del que incluyo una foto para que os hagáis ...
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