1. INSTRUYENDO


    Fecha: 15/05/2018, Categorías: Anal Autor: gitanilla_andaluza, Fuente: xHamster

    ... disfrutar juntos, pero hoy era su momento de experimentar con el juguete.Tan pronto como lubriqué por tercera y última vez el Rude Boy, cambié completamente el registro. Por su forma, el vibrador da muchísimo placer al meterlo y sacarlo, porque hace una caricia suave sobre la próstata. Al principio lo penetras despacio y no muy profundamente, pero luego te puedes ir soltando. Por ejemplo, él me decía:– Dame más... ah...– ¿Quieres más adentro?– Sí... ooh... así.– ¿Estás seguro que quieres así?– Sí, sí...Entonces no solo llegaba más adentro, sino que además iba más rápido. La erección empezaba a ser más que evidente. No suele ser una gran erección, pues realmente el pene no está estimulado, pero el placer que acumulan tus neuronas es suficiente para hacer que se mantenga crecida.Personalmente creo que la forma de placer más grande que hay es esta, y masturbarse es como romper el hechizo. Por eso, cuando veía que su mano se dirigía a su pene, la apartana una y otra vez.– Ah... déjame tocarme...– No, si te tocas ...
    ... acabarás enseguida.– Sí... no puede más... ah ah... ¡no sabes cómo se siente!– Aguanta un poco más. Aguanta por mí.– Sí...Es muy difícil que se corra sin más, pero cuando ves que ya salen algunos pequeños ríos de líquido seminal, la puedes agarrar con fuerza. Yo tenía la mano llena de lubricante, por lo que tuvo que ser una sensación excitante. Simplemente apreté, no masturbé, no hice realmente nada más que apretar, y entonces estalló. Ni un solo movimiento por mi parte, tan solo dejar que fluya mientras sigo trabajando su culo, lo que mantiene la riada durante algún tiempo. Su cuerpo se estremecía pero no gritó, una cosa que es de agradecer cuando no estás sola en casa.La experiencia fue muy agradable para él, según me dijo. Por supuesto, en aquellas dos últimas semanas tuvimos más encuentros, ya sin necesidad de juguetes, y puedo asegurar que si seguía teniendo miedo al sexo anal, lo escondía muy bien. Pero para mí, lo que más me gustó fue saber que le ayudé a perder un miedo y a descubrir una nueva forma de gozar. 
Β«123Β»