1. En la playa


    Fecha: 15/05/2018, Categorías: Voyerismo Autor: ludico, Fuente: CuentoRelatos

    ... haciéndole una mamada la marido que parecía disfrutar como un loco, luego cambiaron las posturas y ella tumbada con las piernas abiertas recibía una comida de coño como pocas veces había visto, después de varios minutos con esta escenita el marido con la polla como un palo se puso encima de ella y empezó a bombearla a buen ritmo, en un determinado momento creí que me habían visto, a mi y al otro habitual que estaba a unos 20 metros de mi en las dunas, pero no debía ser así ya que aceleraron el ritmo y terminaron llegando casi a la vez, bueno a la vez los tres porque yo también me corrí con el pajote que me estaba haciendo a su salud. Después ellos fueron a la orilla a lavarse y yo pase a su lado saludando con la cabeza al marido mientras al mujer de espaldas a mí se aseaba un poco” Yo no me lo podía creer, estaba asustado, confundido, nuestro polvo anónimo en la playa tenía un testigo que nos tenía más ubicados a raíz de la página que frecuentábamos. No sabía que decir, el me preguntaba si seguía ahí y yo no sabía qué hacer. Le dije que sí que estaba pero que no podía seguir. Antes ...
    ... de cortar el me pidió dos minutos y me dijo: “Juan, no te preocupes, sé que la pareja erais vosotros, lo sospeche cuando os vi en la playa por las fotos que había visto de ella en el hilo, pero al ver más tarde aquellas fotos en la playa, pude confirmar que mi pareja habíais sido vosotros. Pensé si debía decíroslo o no, pero creo que os lo merecíais por lo bien que me lo hicisteis pasar. No te preocupes y no me digas nada, esa es “nuestra playa” y sólo quedará entre nosotros”. Con estas palabras en la pantalla cortó la comunicación y me dejó a mí dándole vueltas a lo que acababa de pasar. Pasaban los días y no sabía si decírselo o no a mi mujer (la verdad es que de estos temas lo hablamos todo y no me encontraba cómodo ocultándoselo pero quizás eso cortará definitivamente nuestros juegos playeros y nuestras sesiones de fotos y sobre todo su subida de autoestima. Opté por esperar un poco antes de contárselo y pasaron algunos meses antes de decírselo durante uno de nuestros juegos recordando el verano. Su reacción y como hemos continuado no sé si dará para otro relato, pero quien sabe. 
«123»