1. Mi mujer me enseñó el camino.


    Fecha: 19/05/2018, Categorías: Dominación Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... al gimnasio y lo vas a hacer conmigo. Vas a aprender cuáles son tus obligaciones. Cuando estábamos solos en casa, me mandó una tabla de ejercicios brutal. Por ejemplo me mando a hacer 100 flexiones sin parar, ella se sentó en el sofá delante de mí. Me ordenó situarme a sus pies en posición transversal, de manera que tuviera mi cabeza a sus pies y mi culo al alcance de su mano por si me tenía que disciplinar. Cada vez que bajaba en la flexión le besaba su pie mientras ella leía. Iba contando los ejercicios y cuando no lo hacía bien o iba muy lento recibía un fustazo, "ese culo arriba" flash, "más rápido" flash y así hasta que conseguí realizar, con todo mi sufrimiento, lo marcado después de recibir incontables fustazos. De igual modo me hizo con las dominadas, las sentadillas, etc. Ya no volví a salir sin pedir permiso aunque a ella le gustó la experiencia y alguna que otra vez me disciplina combinando ejercicios y fusta. - Soy su esclavo sexual. Debo estar dispuesto a la hora que sea para complacerla. Si ella se despierta de madrugada con ganas de sexo, sencillamente se sienta en mi cara para que le de placer y yo en seguida debo espabilar para funcionar al 100%. A veces para despertarme se sienta sobre mi estómago y me da bofetones con sus pies por dos motivos; por un lado para que vaya espabilándome y, por otro, para que mi cara esté más caliente para cuando se siente encima. Se folla como ella desea y para correrme debo pedirle permiso pues de no ser así recibo mi ...
    ... castigo. Le gusta utilizar la fusta mientras la penetro y así ha conseguido entrenarme para que folle como ella le gusta y también lamerle los pies, su vagina o su culo al ritmo que ella quiere. - Pedirle permiso para masturbarme. Ella ha leído mucho sobre el entrenamiento y adiestramiento del marido. En todos los manuales hablan del control del orgasmo. Yo soy muy pajero y claro ella tenía que poner orden. Ahora le pido permiso para tocármela porque si no aparte de los fustazos me pone la jaula hasta que vuelve a confiar en mí. Ella me ha dicho que cuando tengo la jaula es cuando más atento estoy y cuando mejor sexo oral le doy. Se está acostumbrando a tenerme con jaula y yo alguna vez me he quejado y sólo me ha servido para recibir alguna bofetada. Cuando me pone la jaula por varios días, al liberarme me coloca a cuatro patas como si fuera una cabra o una vaca con un recipiente debajo, como si estuviera en un establo y me ordeña mis pelotas y mi polla hasta que consigue sacar toda mi leche que cae en un recipiente con medidas, de esta manera, ella controla lo que producen mis pelotas de tal forma que aunque no tuviera jaula, yo creo que detectaría si me he hecho una paja sin su permiso. Conoce mis pelotas mejor que yo. Realmente hay que ver lo que consigue mi mujer con la disciplina. He de reconocer que por un lado los azotes y por otro el hecho de ponerme la jaula me ha convertido en más detallista y romántico pues no me dejo llevar por mis instintos primarios. Por otro lado, ...
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