1. La mejor proposición de mi marido. Segunda parte


    Fecha: 21/05/2018, Categorías: Intercambios Confesiones Autor: mariabv, Fuente: CuentoRelatos

    ... bueno follando, todas las tías a las que se folla se vuelven locas por repetir, y si para otra ocasión te apetece que seamos tres llamo a mi otro amigo”. Definitivamente quedamos para el siguiente sábado por la tarde en la que además de Alberto vendría ese amigo suyo que decía que era tan bueno follando. Me llevé toda la semana con una ansiedad tremenda, no paraba de fantasear con tener a esos dos hombres para mí sola y lo que había dicho Alberto de su amigo me ponía aún más impaciente, quería comprobar si era verdad que era tan bueno. El sábado fuimos puntuales, mi marido antes de llamar al timbre de la puerta de Alberto me preguntó si estaba nerviosa, yo le dije que sí, que deseaba pasar por esa experiencia. Nada más llamar Alberto nos abrió y nos invitó a pasar, “está mi amigo esperando en el salón, pasad”. Nada más entrar Alberto nos presentó a su manera, “Miguel, esta es la putita que nos vamos a follar y él el cornudo de su marido” y dirigiéndose a mi marido dijo “este es Miguel, el tío que va a hacer que la zorrita de tu mujer grite de placer, ah, ¿vas a participar o solo quieres mirar y aprender de lo que vamos a hacer con tu mujer”, y dirigiéndose a mí dijo “te aseguro que lo vas a pasar muy bien”. Yo le dije que esas palabras de “cornudo y zorrita” sobraban, Alberto se disculpó diciendo que era sólo parte del juego, que pensaba que eso nos excitaba aún más, pero que no siendo así no volvería a decir nada de eso. “Bueno, dejémonos de preámbulos y vamos a ...
    ... desnudarnos todos”, dijo Alberto como siempre tan directo al asunto. Yo tardé algo más que ellos tres en desnudarme mientras que observaba a Alberto y a Miguel que además de ser ambos más altos y fuertes que mi marido pude comprobar según se fueron quedando completamente desnudos que también estaban mucho pero que mucho mejor dotados, y sobre todo, era una maravilla contemplar el pollón erecto de Miguel, tenía un glande bastante más gordo que el resto de su polla que ya de por sí era bastante ancha, y al estar tan erecta aquella punta parecía un champiñón enorme y brillante l que apetecía ser saboreado, cosa que no llegue a hacer aquel día. Juan se quedó al margen observando mientras que yo, que ya estaba completamente desnuda, era emparedada por los dos hombres que se pegaron completamente a mí, Alberto por la espalda y Miguel por delante, se estuvieron entreteniendo un rato sobándome por todos lados, algunos de sus dedos se introducían por mi coño y por mi culo. El sábado anterior Alberto no intentó besarme en la boca en ningún momento, pero en esta ocasión Miguel, que me agarró por los muslos y me aupó cogiéndome en brazos, acercó su boca a la mía para besarme, yo la retiré echándola a un lado, eso de besar tenía que ver más con hacer el amor que con simplemente follar, pero Miguel insistió y me besó metiéndome toda su lengua en la boca, y la verdad es que sabía besar muy bien. En el momento en que dejó de besarme yo notaba como su polla que ya estaba totalmente erecta se había ...
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