1. Mi casera me la chupaba estando en la Universidad


    Fecha: 24/05/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Antonio Alexilo, Fuente: CuentoRelatos

    ... moviendo todos los músculos de mi cuerpo y haciendo que el cuerpo de ella se zarandeara sobre la cama como un guiñapo. No podía aguantar más, necesitaba correrme y lo hice dentro de su culo y, al sacarla de su ano, brotó un hilo continuo muy blanco. El último día que me la follé, Cecilia hizo un alto en el coito para ir a hacer pis, se orinaba sin remedio y no podía esperar. En ese momento la penetraba en pompa sobre la cama, mientras su marido agarraba fuertemente mi bolsa escrotal. Dijo Cecilia: —Antonio, no puedo aguantar, ¡que me meo! Y andando a gatas sobre la cama se "desenganchó de mí y salió de la habitación. Me quedé solo en la cama, de rodillas, con lo polla dura como un bastón mirando al frente, mientras don Pablo situado junto a la cama continuaba tocándome los huevos sin descanso. La mano de Pablo agarró mi polla suavemente y comenzó a meneármela, muy finamente y si apretar, ¡coño como me gustó!, giró su espalda y acercó su cabeza a mi pene, pero antes de que diera con su boca en mi glande le puse una mano en la frente para detenerlo y le dije: —No se pase usted, menéemela si quiere, pero no quiero que me la chupe usted. —Vale Antonio. Su cabeza estaba a una cuarta de mi polla, la cual meneaba Pablo con su mano derecha, mientras con la izquierda apretaba mis cojones ...
    ... casi haciéndome daño. Pablo vio como mi pene redoblaba su dureza y adivinó que estaba a punto de correrme. Para no desobedecer, acercó su boca muy abierta situándola a escasos cinco centímetros de la punta de mi polla. En ese momento entró Cecilia y apartando a su marido de malos modos, se metió mi polla en la boca… al instante un caudal de semen discurrió por su garganta. Después de tragarlo todo y de relamer mi polla le dijo a su marido: La leche de Antonio, ¡aquí!, ¡solo me la bebo yo! Poco después de ese día empecé a salir con Elisa, la hija de ambos; que aunque me doblaba la edad era tanta la atracción entre los dos que no le importó que sus amigas la criticaran por salir con un pipiolo. Le dije a Cecilia y a Pablo que ya solo lo haría con su hija Elisa; porque que seguir dándoles placer a ellos dos se me hacía cuesta arriba. Elisa y yo empezamos a salir tras entrar ella en el aseo y verme desnudo, su rostro aquel día mostró tanta felicidad que me enamoró. Hasta final de curso me la estuve follando en su habitación, que estaba situada junto al dormitorio de sus padres. Los jadeos de ella eran el insomnio de sus padres. En segundo curso de la carrera universitaria rompí con Elisa y ya no podía seguir en aquella casa, porque lo que bien empieza bien termina. © Antonio Alexilo 2017 
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