1. Y nos envolvieron en su trama


    Fecha: 26/05/2018, Categorías: Intercambios Confesiones Autor: templaria 37, Fuente: CuentoRelatos

    ... tardo abrir más los labios, metérselo entero en la boca y empezar el sube y baja; Ella también estaba un poco mareada, no acababa de atinar, Se le salía unas veces o no acertaba a metérselo bien, en cualquier caso en la vida he sentido tanto placer ni juliana lo hacía como ella de delicioso. Y ella, mientras me lo devoraba, porque eso no era chupar, escondió una de sus manos en la entrepierna para satisfacerse, Hacía bien en no contar conmigo. Levanté un rato la vista para ver que tal iban los otros dos, Juliana seguía con la cadencia, ver su trasero me hizo desearla muchísimo, incluso en ese embarazoso momento, aunque ahora me arrepiento, pensé que me gustaría estar detrás para mientras se la chupaba a ese desgraciado, poder penetrarla tan a gusto como lo solíamos hacer. Carlos Alberto quitó las manos del reposabrazos, volvió a cogerle la cabeza para que no la moviese ni un milímetro y de repente se retorció, gimiendo, Yo nunca había visto a un hombre teniendo un orgasmo, el suyo me pareció espectacular he de decirlo. Yo nunca he bramado de esa manera, ni creo que lo haga jamás; Y Juliana no se movió ni un pelo, siguió subiendo y bajando sumisa, como si nada hubiera ocurrido. Carlos Alberto se reía de placer, sin duda era el tipo más feliz del mundo, Y yo no podía quejarme; De alguna manera que no alcanzo a entender me excité una barbaridad cuando él tuvo su orgasmo en la boca que yo besaba a diario y seguí el ejemplo, Un escalofrío me recorrió toda la espalda, pude ...
    ... sentir un estremecimiento por todo el cuerpo, y me alegré al descubrir que tenía sensibilidad en manos y pies. Yeymy no fue tan obediente, después de semejante efusión se la sacó de la boca, Seguía masturbándose lentamente y gimió como una posesa, estaba teniendo un auténtico torrente de orgasmos; Yo deseaba abrazarla, magrearla, Derramé sobre sus pechos otra vez como al comienzo, y ella empezó a restregar la viscosidad sin parar de gemir, nunca he visto cosa igual. Ya más tranquilo volví a la otra pareja, Juliana seguía igual, seguro que no se estaba enterando de nada, y Carlos Alberto enseñaba todos los dientes en la sonrisa más grande que he visto jamás; De pronto la apartó, la puso de pie y le abrió las piernas para sentarla sobre él, Ella seguía dejándose hacer. Esta vez sí que pude ver como él se agarraba el miembro y lo dirigía a su objetivo, La verdad es que del hombre se veía muy bien, era tremendo, quizá no tan largo como el mío, pero gordo como un salchichón. Le costó un poco atinar, pero cuando lo consiguió debió llegar hasta el fondo, La cogió de los hombros y la bajó, Ella gimió de gusto y empezó a subir y bajar mientras Carlos Alberto se distraía tocándole los pechos, agarrándole y arañándole el culo como un ave rapaz. En un rato el ritmo era frenético, Y mientras Yeymy, que había tenido un montón de tremendos orgasmos, se incorporó y de lo excitado que estaba viendo a mi mujer ensartada por otro volvía a tenerlo parado, por lo que ella se sentó metiéndoselo en la ...