1. MI MADRE, SOLTERA ARDIENTE.


    Fecha: 28/05/2018, Categorías: Incesto Autor: LOVERBKS, Fuente: SexoSinTabues

    ... jalaba por última vez. Fue delicioso ver como la tela se apretaba en sus nalgas. Mi pene hacia un fuerte ruido por los fluidos abundantes que manaban de él, mientras yo disfrutaba enormemente pajearme con el espectáculo de mi madre desnuda. Fue especialmente caliente cuando mi madre se puso su top sport, de esos que también levantan y separan, como dice el comercial. Luego de colocarse el top sus manos acariciaron su vientre hasta sus muslos; luego subió su mano derecha hasta su sexo presionándose por sobre la panty, al tiempo que volteaba a la puerta y ver si no andaba yo por ahí. Si supiera que lo que quería evitar se estaba dando desde hacía un buen rato. Su mano exploró su sexo al tiempo que la otra recorría y apretaba sus bubis. Fueron solos unos instantes, en que cerró los ojos y se dejó llevar por su propia caricia. Me quedó claro que mi mamá a pesar de todo lo dicho durante tanto tiempo, si tenía deseos y necesidades sexuales. Mordió sus labios y dejó ese momento tan íntimo y sublime, no sin antes, llevar su dedo medio a su boca, chuparlo y luego meterlo por dentro de su panty y explorar de nuevo su sexo, solo unos segundos, hasta que pude ver algo así como un escalofrío que la hizo arquear su espalda y temblar un segundo. Salió de su trance y continuó con su aliste; antes de ponerse ropa inició el proceso de polvearse y maquillarse discretamente. Como su tocador estaba junto a la ventana, le continué observando largos minutos mientras se maquillaba. Fue tan sensual ...
    ... verle hacer caras al espejo mientras buscaba el mejor efecto y color en su rostro. Ver sus bubis bambolearse con los movimientos de sus brazos me calentó muchísimo, además de la cercanía de sus formas semidesnudas, que me permitieron ver cada detalle de su piel aún tersa y lozana. Cada detalle fue my erótico, desde los lunares pequeños de sus blancos hombros y su escote, hasta el brillo en sus labios, de los cuales fantaseé verlos posados en mi glande. No pude reprimir un sonoro y largo gemido cuando grandes y repetidos chorros de semen brotaron a borbotones de mi pene en un increíble orgasmo. Un instante después me sentí avergonzado, así que me subí el pantalón y me regresé a mi cuarto. Sin embargo al pasar por su recámara no pude evitar mirar nuevamente. Ya se había puesto un mini vestido rojo cortito y pegado al cuerpo, que resaltaba muy bien sus formas. Ella sintió mi presencia y me habló: _ Hijo, pásale. Dame tu opinión. _ ¿Si? Dime. _ ¿Cómo me veo? Yo la miré de arriba abajo, y con un poco de vergüenza todavía al recordar lo que había hecho hacía un rato, le respondí: _ Te ves muy bien mamá. _¿Tu crees? Me dijo, sonriendo. Yo me quedé muy serio, y casi sin pensar, las palabras salieron de mi boca: _ Estás genial mamá, te ves bien buena con ese vestido. _¿Qué, queeeé? Me dijo, entre incrédula y sorprendida. _ ¿Qué lenguaje es ese para con tu madre? Me dijo en tono de regaño, pero con una cierta pizca de malicia en sus ojos. _ Disculpa mamá, perdóname. Pero la verdad es ...
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