1. Atrasados en la renta


    Fecha: 01/06/2018, Categorías: Confesiones Sexo con Maduras Autor: fernandete, Fuente: CuentoRelatos

    ... se sacó toda la verga por fuera del calzoncillo y de un movimiento rápido me jaló con fuerza del cabello hasta poner mi boca en su verga. No cabe duda que todos los hombres son iguales, este viejo cayó en mi juego. Le comencé a dar una chupada para que nunca se olvidara de ese momento, por cierto tremendo pito se cargaba este veterano, así que le puse mucho empeño, también creo que la mezcla de alcohol y deseo que llevaba dentro de mi esa tarde ayudó a que me entregara así. Ese Don Jacinto disfrutaba plácidamente con mis lamidas, me sostenía la cabeza con fuerza metiendo su polla en mi boca, parecía desesperado y seguro lo estaba. Supongo que hacía tiempo nadie se la comía así, él estaba aprovechando el momento al máximo. Después de un buen rato de estarle chupando el pito me levantó e hizo que me inclinase sobre el descansabrazo sillón. Al parecer no era suficiente con haberme hecho mamar su tranca, el desgraciado me hizo a un lado la tanga y me metió la vergota al coñito. Por suerte yo seguía lubricada aún por lo que su embestida no me lastimó. Se puso como loco, me metía y sacaba la verga una y otra vez, con una mano me apretaba la cadera y con la otra me azotaba a su antojo, no les mentir, aquello estaba delicioso. De pronto paró sus movimientos, se salió de mí y se puso besarme las nalgas y lamerme el coño. Me metía la lengua y también uno de sus dedos, lo estaba haciendo bien el Don. Luego de rato me acomodó ahora recostada sobre mi espalda a lo largo del sillón giró ...
    ... y levantó mis piernas para continuar lamiendo mi cosita como si fuese un manjar. Me lamía de arriba abajo, chupaba el clítoris y ya tenía dos dedos que taladraban mi vagina a gran velocidad. Su plan era hacerme venir y lo consiguió al cabo de unos cuantos minutos. Cuando yo estaba en pleno orgasmo volvió a ensartarme con su pene y frotarlo muy rápido dentro de mi, metía y sacaba rápidamente su palo prolongando así mi orgasmo por más tiempo. En eso comenzó a follarme con más fuerza, jalaba mi cuerpo hacia él y me sacudía fuertemente. Finalmente sacó su verga de mi coñito y explotó encima de mi vientre con chorros espesos y muy viscosos. Yo aun recuperándome del orgasmo me quedé quieta viendo cómo se puso de pie y se arreglaba la ropa en su lugar. Sin voltear a verme me dijo que me perdonaba un mes de renta. -¿Solo un mes? – respingué muy enfadada. - Claro que solo un mes. ¿Qué querías? – me contestó y añadió enseguida - Me sedujiste tanto que tuve que ceder por caridad, velo como una ayuda que te doy. Qué pena por tu marido, seguro que no sabe la de puta que tiene como esposa-. Sacó un pañuelo de su bolsillo para limpiar su verga flácida antes de guardarla de nuevo dentro de su calzoncillo, subió su cremallera y salió del departamento sin decir más. Al cabo de un rato reflexioné sobre lo sucedido. El saldo fue: un mes menos de renta de qué preocuparse y un delicioso orgasmo. Creo que no estuvo nada mal para un sábado por la tarde. Por supuesto que cuando mi hombre regreso del ...