1. Mi primer encuentro con la Zoofilia


    Fecha: 06/06/2018, Categorías: Zoofilia Autor: AngieZoo, Fuente: SexoSinTabues

    Esta es mi historia real de cuando comencé en el mundo de la zoofilia Hola, mi nombre es Angélica, mis amigos me llaman Angie. Mi primer acercamiento con la zoofilia fue a los 13 años cuando vi unos perros apareándose en la calle. Ya sabía lo que es el sexo pero quedé impresionada del salvajismo que le ponían los animales. En ese tiempo teníamos un perro rottweiler (lo pueden ver en mi galería de fotos) de nombre Bari el cual ya estaba entrando a una edad sexualmente madura. En una ocasión se montó a mi pierna como queriendo aparearse. Recuerdo que traia unos shorts de la escuela y sentí la punta húmeda de su pene, me agaché a inspeccionárla pero él lo interpretó como que quería copular, me derribó y caí en 4 patas, de inmediato Bari me montó por detrás y comenzó a moverse. No hubo penetración porque yo estaba vestida, pero todo lo que sentí fue increíble. El peso de su cuerpo sobre el mío, su hocico jadeando en mi nuca, sus poderosos empujones a mi trasero, la punta de su pene golpeando por entrar en mi. Estuve en esa posición unos segundos y recuperé la cordura, me levanté de inmediato, regañé al perro y me fui con todas esas emociones golpeando mi subconsciente y diciéndome "Te gustó, no lo niegues". Después de eso no volví a ver a Bari de la misma manera. para mi se había convertido en un objeto de investigación. En las noches me acordaba de esas sensaciones, quería repetirlo. Incluso me ponía en 4 patas sobre mi cama recordando lo que sentí, hasta que no pude más y le ...
    ... hablé a Bari una noche cuando todos dormían. El perrito se acercó curioso y somnoliento, lo acaricié y me puse en 4 patas. Para mi sorpresa el perro se echó sobre la alfombra para dormir y yo me quedé frustrada, enojada y ofendida. Al día siguiente después de la escuela me llevé la sorpresa que mi mamá llevó a mi hermanito a un museo. Me quedé sola y Bari estaba deseando montar cosas de nuevo. Me di cuenta porque se le montó al gato que salió corriendo. Ni siquiera recordé que estaba ofendida, me quité el uniforme y me puse el mismo short con una playera. Corrí a la sala y llamé al perro. Ni siquiera tuve que suplicarle, en cuanto me vio en posición se me montó y todas esas sensaciones regresaron. Estaba extasiada con solo sentir sus movimientos y esta vez lo estaba disfrutando mucho. Cuando se bajó de mi trasero, corrí por un espejo para poder ver la acción. El único lo bastante grande que encontré estaba en el cuarto de mis papás y era muy pesado para mi. Bari estaba a mi lado queriendo repetir. Acomodé el espejo y de nuevo lo dejé montarme. Nunca antes había visto nada tan erótico. Estaba muy excitada con lo que veía y sentía. Cuando el perro se bajó me tiré en el piso y me frotaba con fuerza la entrepierna hasta que alcancé un fuerte orgasmo. Creo que hasta vi fuegos artificiales y casi me desmayo. Bari me lamía la cara como preocupado, pero yo solo le sonreía. Así comencé a dejarlo que me montara por las noches. Ni siquiera tenía que llamarlo, él ya estaba parado frente a ...
«1234»