1. Obedezco, así soy feliz (II)


    Fecha: 10/06/2018, Categorías: BDSM Sexo con Maduras Sexo en Grupo Autor: carmen_garc, Fuente: xHamster

    ... suave y caliente. Mis pezones reaccionan. Claudia detiene sus caricias al observarlo y me mira con dureza. Me quita la chaqueta y ata mis manos a dos argollas que penden del techo. Ahora es Inés quien se acerca y suelta mi falda. Sujeta mis tobillos a dos enganches del suelo con las piernas muy separadas. Tengo miedo. Tu te sientas en el sofá dispuesto a supervisarlo todo. Tu presencia me da valor, mis temores desaparecen, sólo pienso en estar a la altura que te mereces. Inés va hacia la mesa y toma un látigo fino, como de goma. Parece una fusta larga. Me estremezco. Inés hace silbar en el aire la fusta y sonríe. En ese momento soy plenamente consciente de que el dolor me hará fuerte, de que el dolor me hará más tuya. Te miro. Estoy totalmente turbada, excitada, asfixiada por la pasión más oscura, como si yo fuera la protagonista activa y no pasiva. Me siento tan indefensa, tan... poseída, tan convencida de que mi voluntad no cuenta. Aunque eso no es enteramente verdad, quiero con todas mis fuerzas estar así, contigo decidiendo que hacer conmigo, siendo mi dueño, el propietario de mi cuerpo. Se que deseas ésto, que la situación te proporciona placer y yo quiero proporcionarte ese placer.Inés se planta ante mí, alta, hermosa, firme y decidida, con la fusta en su mano.- Carmen. Eres nuestra. Nos perteneces. ¿Lo sabes verdad?- Sí Señora, soy suya.- Lo eres porque quieres. Nadie te obliga. ¿No es cierto?- Lo soy porque mi Señor así lo quiere. Yo no tengo voluntad, sólo soy ...
    ... su herramienta de placer. Él lo desea y yo lo acepto.- Bien Carmen. Entonces sabes que podemos hacer contigo lo que queramos, cualquier cosa que se nos ocurra. ¿Cierto?- Cierto Señora. Sólo quiero complacerlas, cumplir sus deseos y que mi Señor se sienta orgulloso de mi.Claudia se acerca sonriente, me toma de la barbilla y besa mis labios, su lengua va en busca de la mía. La humedad de su boca me hipnotiza. Oigo un silbido y un potente fustazo azota mis nalgas. El dolor y la sorpresa me hacen gritar.- Cállate puta, no te hemos dado permiso para quejarte.- Lo siento Señoras, ruego su perdón.Por toda respuesta Inés se ensaña conmigo inmisericorde. Lo que sigue se hace bajo tu atenta mirada: Inés descarga su fusta sobre mi vientre, mis muslos, mis nalgas. No sé cuantos van... diez, veinte... Mis músculos están tensos y duros como piedras. Inés me castiga de forma implacable. Ante mi. Claudia esconde sus manos en su sexo, hurgando en sus pliegues... Se ha sentado a tu lado y te ofrece sus dedos. Tu los paladeas, veo tu lengua jugar buscando los restos de la humedad de su sexo.El castigo cesa. Claudia se acerca y me introduce los dedos en la boca. Saben a su sexo y a tu saliva. Es la primera vez que pruebo el sabor del sexo de una mujer que no soy yo. Me deleito con el sabor. Os gusta mi expresión, lo adivino por vuestras sonrisas. Pasa sus dedos húmedos por mis pechos, los acaricia, los acerca a su boca y su lengua juega con mis pezones. Se han puesto duros y hermosos como ...
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