1. Mi Primera Vez Con Diana Fuentes


    Fecha: 20/06/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Conocí a Diana Fuentes hace tiempo en una fiesta que dieron unos amigos. Tenía ella 32 años, recién llegada a Guadalajara, Jalisco y además era Física Medica,el hecho de que era una mujer profesional me cayó muy bien y también me produjo una primera erección. Conocí a Diana Fuentes hace tiempo en una fiesta que dieron unos amigos. Tenía ella 32 años, recién llegada a Guadalajara, Jalisco y además era Física Medica,el hecho de que era una mujer profesional me cayó muy bien y también me produjo una primera erección. Charlamos de muchas cosas y enseguida congeniamos, la fiesta se fue animando y después de cenar y beber abundante licor, alguien puso un disco muy lento, apagaron las luces y encendieron velas e incienso para dar ambiente. Entonces le tomé la mano, nos levantamos y empezamos a bailar, Diana es menuda mide 1.52 metros, llevaba una cabellera morena-castaña, ojos marrones, boca de labios gruesos y ancha y pintada con carmín rojo y uñas pintadas también de rojo, muy esbelta de tipo, pero con unas tetas enormes y ricas, piernas muy largas, cintura estrecha y delgada de tórax - se le podían contar las costillas; llevaba un vestido corto ceñido de color negro que le marcaba bien su culo y sus tetas perfectamente y mostraba sus piernas esbeltas. Hacía bastante calor y con el baile y la visión de los cuerpos entrelazados empezábamos todos a sudar un poco. Caímos mutuamente en nuestros brazos y ella notó mi pene crecer lentamente y formar un bulto delator, yo sonreí ...
    ... tímidamente y ella puso su entrepierna justo delante y empujó contornear sus caderas hacia adelante y hacia los lados suavemente de manera que ambos cuerpos formábamos uno solo, así estuvimos largo rato conversando y besándonos, mi pene estaba tan tieso que temía que se notase. Diana tenía una lengua muy grande, buscona, caliente y bien educada, después de los primeros besos en sus labios, cándidamente dejó abierta su boca, yo me apresuré a llenarla con mi lengua y a besar sus labios, nuestras lenguas empezaron a lamerse y chuparse mutuamente en un impetuoso abrazo que parecía nunca acabar. Como estaba muy oscuro y Diana no paraba de sonreír y besarnos, empecé a bajar mis manos desde su cintura hasta llegar a notar la forma de su culo con ambas manos la sensación fue de infarto. Hacía ya mucho calor y aquello no mejoraría mi temperatura. Diana tenía un culo muy bien formado y duro, era para perder la cabeza y de hecho ambos la perdimos aquella noche. Seguimos bailando así bastante rato hasta que mis amigos empezaban a ver cómo iba la cosa y a hacer comentarios picantes a nuestras espaldas, pensamos que lo mejor era seguir la fiesta de forma más privada y confortable, así que nos despedimos de mis amigos y nos fuimos a mi departamento. Ya en casa, Diana se encontraba muy eufórica y súper cariñosa, fuimos al sofá-cama y allí le quite el vestido negro al tiempo que le estaba besando cada centímetro cuadrado que iba dejando expuesto, había sudado bastante y su olor mezclado con su perfume ...
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