1. Mi Primera Vez Con Diana Fuentes


    Fecha: 20/06/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... así que le pedí que parase, pero ella no hizo caso ni podía, ni quería parar, tenía los ojos cerrados y la boca llena y estaba desenfrenada, yo agarré su cabeza y le empecé a marcar el ritmo hasta que al final exploté sin poder evitarlo en el interior de su boca, ella tragó casi todo mi semen, al sonreír de gozo un hilo de leche blanca le salió por la comisura derecha de sus adorables labios, yo la besé y busqué su lengua, después de besar y chuparle su lengua y labios, me abalancé entre sus piernas y empecé lamiéndola su sexo y a tragarme sus glúteos bañados en sudor y busqué su clítoris con mi lengua, chupándolo y lamiendo sin cesar durante unos minutos... Diana quería tirar bien, así que me hizo parar antes que acabase otra vez y se me montó encima , al principio aunque estaba húmeda, su sexo estaba muy apretado, me dijo que hacía meses que no había tenido sexo con un hombre, así que tuve que lubricar de nuevo la zona penetrándola con mi lengua, luego ya me volvió a montar de nuevo y con mis manos le aparté un poco sus nalgas hasta que mi pene empezó a penetrarla lentamente hasta el fondo, nos besábamos con locura, yo sujetaba y tocaba sus muslos fuertes y largos y sus piernas desde aquella posición y empezamos un vaivén de que se fue acelerando. Diana empezó a jadear y a moverse, yo la sostenía ahora agarrando fuertemente sus nalgas con ambas manos y apretándole su divino culo lo más fuerte que podía, sus tetas estaban siendo succionadas por mi boca abierta al máximo, sus ...
    ... pezones estaban rojos y húmedos, empezó a sobarme los testículos, hasta que noté que su mano empujaba hacia adelante mi culo como si tuviese miedo a perderme, sentí al instante que mi erección se volvía más dura y fuerte, mi pene estaba hinchado desmesuradamente y mis testículos a punto de reventar. Ella estaba como ida de placer y yo trataba de controlar mi explosión, cosa que no pude por mucho tiempo, al poco rato bajo la presión de tales estímulos y de la magnífica belleza, descargamos nuestras tensiones en un espasmo y temblor mutuos y perfectamente sincronizados y nuestros jugos sexuales se mezclaron en un estremecimiento incontrolable y sublime, acabamos como nunca y nuestra felicidad fue por unos momentos la mejor de mi vida. Nos dormimos abrazados... agotados. Me desperté con una erección inmensa, empezamos de nuevo a acariciarnos y besarnos como nunca, fuimos a la ducha y allí nos enjabonamos sin dejarnos ni un rincón, le lavé el pelo y nos fuimos de nuevo a la cama, allí Diana se sentó en mi cara, reanudé mi exploración de la noche pasada, solo que esta vez mi lengua le atosigó el clítoris de tal manera de pronto Diana se estremeció y una oleada de sus jugos cubrió mi cara, tímidamente Diana empezó a acariciar mi pene con una mano, luego agarró mis testículos con la otra y comenzó un masaje difícil de olvidar. Cuando estaba mi erección al máximo, se puso de cuatro patas en la cama y dirigió mi pene hacia su vagina, al principio no encontraba el agujero pero al poco ...