1. La casa en la playa 16


    Fecha: 21/06/2018, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    ... cerrando los sánguches. Apareció otra botella de vino, brindaron por la amistad y comieron comentando las andanzas de Antonio y riendo de la aventura con Florentín. Luego comenzó la charla sobre los atractivos turísticos de San Clemente, Lucas les habló de los cangrejales, de las caminatas hasta la boca del Salado, de los campeonatos en el muelle para octubre, remarcando que la mejor época parea estar en San Clemente era de abril a mayo y de septiembre a noviembre, porque el clima era agradable y sobre todo porque no había turistas ruidosos y rompe bolas que estropeaban todo. Mati , como los demás, lo escuchaba con atención, imaginando en volver aunque sea una vez más antes de las fiestas y después en Pascua, en las vacaciones de invierno, y en cada fin de semana largo que pudieran, no por la playa ni lo demás, sino, bueno, por la orgía de la casa del abuelo y por esa salida maravillosa con Lucas. En un momento Matías interrumpió al local medio quejándose: -che, pero la mayor belleza natural de San Clemente ni la nombraste! -Cuál, el mar y la playa? De que me olvidé?-, preguntó Lucas curioso. -De tu culito, Luquita, de tu culito! Nunca vi un par de nalgas tan lindas. Ezequiel y Jonathan asintieron, era totalmente cierto, tenía un culo impresionante, de forma perfecta, de color perfecto, durito y parado, piel suave y delicada, completamente lampiño a pesar de sus piernas peludas. Lucas con las mejillas rojas, agachó la cabeza sonriendo. Yo creo, -continuó Matías-, que nadie ...
    ... de nosotros debe volver a Buenos Aires sin haber disfrutado de la mayor belleza natural de San Clemente, así que propongo que esta tarde los tres le rompamos el culito a Lucas y que lo invitemos esta noche a dormir con nosotros, para seguir rompiéndoselo. Aprobado? -Aprobado!!,- gritaron en el acto Ezequiel y Jonathan. Lucas los miraba, reía, bromeaba, se notaba que él también aprobaba. Se prepararon un dolca, y después para hacer un poco la digestión, recorrieron el lugar, subieron de nuevo a los médanos para mirar el mar solitario a lo lejos por un lado y el campo inacabable por el otro. Nada de vida humana a la vista, un rinconcito único y maravilloso para vivir en total libertad su sexualidad. El loquito de Ezequiel estaba exultante por el paisaje, su emoción era tan grande que mientras miraba el mar se sacó toda la ropa y gritando de euforia se lanzó corriendo en bolas médano abajo, pasó a los trancos la laguna lanzando agua y espuma hacia lo alto, llegó a la playa y sin dejar de gritar se desparramó en la arena hasta quedar hecho una milanesa. Los otros tres se miraron, rieron, pero más moderados que Eze, juntaron su ropa, bajaron caminando y rodearon a Eze, que desde el piso seguía aullando de alegría. Se volvieron a mirar, y luego de una seña de Lucas, alzaron a Ezequiel, uno por la cabeza, otro por los pies y el tercero por la verga, lo llevaron a la lagunita y luego de hamacarlo para tomar impulso, lo revolearon al agua y después los tres se zambulleron también. ...
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