1. Las mellisas (Una historia real, un poco novelada por mi)


    Fecha: 29/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... interrogación y prosiguió – Mañana nos iremos temprano a cabalgar y te contaré un secreto de familia, entonces entenderás muchas cosas y además conocerás parte de tu herencia – La interrumpí – Querrás decir de tu hacienda – Me negó – No, dije bién, de tu herencia, porque eres mi único heredero, pero de eso hablaremos mañana, ahora vamos a ver las noticias – Esa noche dormí como jamás, un silencio absoluto, me di cuenta que amaba el campo. Al dia siguente la abuela me contó, que su primer marido y padre de sus hijas, no había sido cualquiera, que era su hermano de padre y madre y que ellos habían emigrado desde el sur, para poder vivir su amor tranquilos. Nadie sabía eso, salvo sus hijas, porque el incesto lo llevaban en los genes. Entonces entendí, el porqué me había exitado mi madre. Llevamos un termo con café y unos sandwichs, así que cabalgamos entre los árboles, hasta llegar al remanso de un estero, un lugar precioso, me bajé del caballo y cuando pensaba ayudar a Almudena, de un salto bajo por su cuenta, sacó las alforjas con un mantel que puso en el suelo y luego el termo dos tasas plasticas y varios sandwichs, le dije – Me puedo bañar en el rio, tengo ganas de nadar – Me preguntó – ¿Trajiste bañador? Porque si no, te bañas desnudo y luego te secas con este mantel – Sin pensarlo me acerqué a la orilla y me desnudé, me di cuenta que la abuela me miraba atentamente, me metí al agua que estaba muy fria, me di un par de vueltas nadando y en un momento vi que la abuela ...
    ... también se estaba desvistiendo, cuando se sacó los pantalones de montar y la blusa, me dejó helado, a su edad tenía una cintura fina, unas caderas redondas, buenas piernas, muslos potentes, unos senos que al quitarse el sujetador cayeron un poco y luego al sacarse las bragas vi un pubis con un triángulo pequeño, se depilaba y me encantó, se metió de inmediato al agua y nado un poco contra la corriente, lo hacía con mucha gracia, de pronto desapareció y sentí miedo, cuando me disponía a ir tras ella, apareció a mi lado, casi pegada a mi cuerpo, su cara era de una niña traviesa, le comenté – Me diste un buén susto, pensé que una corriente te había tomado – Me miró coqueta – ¿Que habrias hecho? ¿Dejarme ahogar para heredarme? – Me salió de lo más profundo de mi alma – Eso jamás, ni lo pienses, para mi eres muy valiosa y mientras más viva, más valiosa – Se acercó hasta rosarme con sus pezones, con una voz muy sexy me dijo – ¿Porqué te soy más valiosa viva? – Vi sus ojos verdes que clamaban algo y tomándola de la cintura la puse con su cara a la altura de la mia, la besé tiernamente en los labios, la tomé de los gluteos y la levanté hasta que sus senos quedaron a la altura de mi boca, se los succioné con cuidado, ella dijo – Más fuerte Paco, más fuerte – Se los chupé con fuerza ella arqueó su cuerpo y me pidió – Vamos fuera del agua, donde podamos estar sin el frio del agua – No me había dado cuenta pero salí con ella en brazos y terriblemente empalmado, la deposité sobre el mantel, e ...
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