1. Anita en manos de un mozo de restaurante


    Fecha: 25/06/2018, Categorías: Sexo Duro Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... interesaba hacerlo.Nos pusimos a bailar y en la barra ambos nos tomamos alguna copa de más. Ana ya tenía la mirada perdida y un tono de voz demasiado meloso.“Estoy muy caliente” Me susurró al oído mientras me abrazaba.Miré mi reloj y le dije que ya era hora de volver a casa. Ella sonrió y me dijo que todavía quería poner duras unas cuantas pijas más antes de irnos. Se dirigió al baño entre la multitud, levantando un poco el ruedo de su vestido rojo. Por supuesto, muchas manos le pellizcaron y manosearon las nalgas desnudas de ida y vuelta…En el auto camino de casa su mano se posó en mi bragueta y de repente sacó mi verga totalmente erecta. Se la metió en la boca y sus labios rojos pronto comenzaron a subir y bajar a lo largo.Cuando estacioné frente a nuestro garaje, sentí que me vaciaba dentro de su garganta. Ana se incorporó mirándome con su mejor cara de viciosa y me dijo que ella quería más.En ese momento vi a Ramiro, acercándose por la vereda. Anita bajó del auto sin verlo y me advirtió que me esperaría en nuestra cama, en cinco minutos.Apenas ella traspasó la puerta de calle, le dije al pibe que en cinco minutos subiríamos en silencio y él podría disfrutar de mi esposa…Al llegar a nuestro dormitorio, encontré una luz tenue. Anita estaba vestida solo con sus botas negras y me esperaba en cuatro sobre la cama. Se había puesto un pañuelo negro cubriendo sus ojos.Me acerqué a su cara y le dije que continuara con lo que había empezado en el auto. Ella sin titubear, tomó mi ...
    ... verga y se la metió en la boca.Enseguida entró Ramiro y sin hacer ruido se quitó los pantalones. Su verga estaba tiesa, de ver el culo en pompa de mi voluptuosa mujercita, ofreciéndose para él.Se acercó despacio y sin titubear, le plantó la mano en el culo.Ella se asustó al sentir otra presencia y dio un respingo. Sacó mi verga de su boca y giró y entonces vio al chico.En silencio fue gateando hacia él; tomó esa verga dura entre sus delicadas manos y se la metió en la boca. La sacó y le besó el glande, mientras el flaco se quitaba la camisa.Una de sus manos agarraba la cabellera rubia de Ana y le marcaba el ritmo a ella para una buena mamada.Aprovechando que mi dulce mujercita seguía a cuatro patas, me lancé a lamer sus labios vaginales dilatados y chorreantes.Ana empezó a dejar escapar unos gemidos ahogados por esa verga dura que le taladraba su boca y por momentos chillaba.El pibe comenzó a aumentar su ritmo y pronto estaba bombeando la boca de Ana con brutalidad. Ella gemía pero se aguantaba estoicamente cada brutal estocada. Dejé de comerle la concha y pasé a acariciársela con mis dedos sin perder detalle de nada.Finalmente Ramiro comenzó a gemir más alto, casi gruñendo como un oso y acabó explotando en la boca de mi mujercita.La llenó de semen hasta la garganta y, en ese mismo momento, Ana tuvo un orgasmo que le dejó el cuerpo temblando sin control.Dejé de acariciarla y ella se giró para mirarme. Su cara parecía estar en éxtasis y tenía restos de semen en la frente, el ...