1. Sola en casa a mediodía


    Fecha: 25/06/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Sola en casa a mediodíaEse viernes no había tenido que ir a trabajar, a mediodía decidí darme una buena ducha refrescante que me quitara un poco el calor del verano.Al salir del baño solamente me coloqué una gran toalla envolviendo mi cuerpo y así desnuda fui al salón, donde me incliné a recoger un almohadón del suelo.Mientras me incorporaba sentí un roce contra mis nalgas. Quise girar la cabeza pero entonces unas manos me tomaron por la nuca, obligándome a ponerme de rodillas. Levanté la vista y me encontré con un hombre desnudo que intentaba meter su verga erecta entre mis labios.“Hola, putita; llevo toda la mañana mirándote por la ventana y ahora vas a saber lo que es bueno, por tu culpa estoy empalado peor que un burro…” Me dijo, mientras metía la cabeza de su pija en mi boca.Era un albañil que muy temprano había subido a la azotea a reparar unas goteras. Yo, muy ingenua, le había dejado un juego de llaves por si tenía que irme de apuro, para que él pudiera entrar si era necesario…“Voy a cogerte bien duro, pero antes vas a sacarle brillo a mi verga con tu boquita”.Entendí que no podía resistirme, porque tal vez podría hacerme un daño peor. Me agarré de sus muslos y comencé a lamer su enorme verga, que apenas cabía entera en mi boca. El tipo comenzó a jadear y fue soltándome la cabeza dejándome hacer.Cada tanto me tomaba por los cabellos y me la metía entera hasta el fondo de mi garganta o me imponía el ritmo de la mamada.Después de unos minutos suspiró y me dijo:“Que ...
    ... bien chupás una pija, nena, espero que sepas coger así de bien también…”De un tirón me levantó del suelo poniéndome de rodillas en el sofá; me arrancó la toalla del cuerpo y me obligó a separar los muslos. Entonces me metió un par de dedos en la concha, que a esta altura, estaba muy humedecida por la excitación.“Qué flor de puta resultaste, todavía ni te toqué y ya estás chorreando…” Dijo.Dándome un violento azote en el culo me puso a cuatro patas con la cara contra el respaldo del sofá.“Ahora que te dejé la boca libre, quiero escuchar qué te gustaría que te hiciera, puta”.“Puedo elegir?” Le pregunté con sorpresa.“No, voy a elegir yo… ya usé tu boquita, ahora te voy a llenar la concha y la colita”.Me dio otra palmada en mis nalgas y comenzó a frotar su verga por mi raja.“Estás tan mojada, puta, que mi pija te va a entrar sola…” Me advirtió.Apenas dijo eso, sentí que me traspasaba los labios vaginales con esa poderosa verga, hasta el fondo de mi ahora dilatada vagina.Comencé a gemir como una perra, gozando esa enorme verga que me traspasaba y me provocaba dolor y placer al mismo tiempo. Al tipo no le gustó mi goce.Me dio una cachetada en la cara diciendo:“Quién dijo que podías gozar, perra… quiero que mi verga te duela…”Entonces comencé a lloriquear y pedirle que me cogiera más despacio, porque me dolía mucho. Así el turro se calentó más… sentí que su pija se hinchaba más dentro de mi castigada concha y me llenaba por completo.Comenzó a bombearme con más ímpetu todavía, dándome ...
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