1. Un taxista muy cooperativo


    Fecha: 02/07/2018, Categorías: Masturbación Sexo con Maduras Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Víctor estaba muy cansado y hasta estresado en esos días. El exceso de trabajo en su oficina realmente lo estaba matando. Y ni hablar de coger conmigo; eso me tenía mucho más que caliente y desesperada; ya casi dos semanas completas sin que me tocara…Poe ese motivo esa noche no quiso acompañarme a la fiesta de cumpleaños de mi amiga Camila. Así que arreglé con otra de mis amigas para que pasara a buscarme por casa en su auto.Aquella fiesta me dejó realmente muerta. Demasiado alcohol, demasiado baile frenético y demasiada noche… sin que un solo hombre me propusiera ir a coger…Casi todas mis buenas amigas ya se habían retirado cuando a mí se me ocurrió también dejar la fiesta. Salí a la calle y comencé a caminar hacia una avenida iluminada, donde sabía que podría encontrar un taxi…Al llegar a esa esquina me quité mis zapatos de taco alto; me estaban haciendo doler demasiado los pies…No tuve que esperar demasiado; enseguida un taxi se detuvo frente a mí, abrí la puerta trasera y me senté reposando mis cansados pies sobre la áspera alfombrilla del piso.Saludé al conductor y le indiqué la dirección de mi casa. El coche se puso en movimiento. El poder descansar mis pies hizo que me relajara en el asiento trasero, escuchando además la suave música en la radio…Mis ojos sin fijar la mirada en nada, se detuvieron de repente sobre la espalda del taxista. Parecía ser un hombre dentro de los cuarenta años, fornido, con algunas canas en sus cabellos. Su perfil de nariz recta me hizo ...
    ... pensar que podría ser un tipo atractivo y con personalidad...Sabía que iba a tardar bastante más en llegar a mi casa; así que le pedí permiso para fumar y el hombre accedió sin ningún tipo de reparos.Entonces comenzamos a conversar mientras él conducía por la ciudad.Yo empecé a sentirme cómoda y a tomar cierta confianza, haciendo bromas con doble sentido a las que él respondía de la misma manera.En uno de los muchos semáforos rojos, la conversación se desvió hacia ciertos temas un poco más íntimos. Cosa que hizo que me empezara a poner algo caliente y a actuar de una forma diferente.Cruzaba las piernas más seguido; le sonreía de forma pícara y abría cada tanto mi escote para que él pudiera apreciar el surco de mis tetas. Comencé a acariciar mis labios vaginales con los dedos, sintiéndome bien húmeda. Podía sentir que la tela de mi breve tanga estaba empapada. Luego llevé los dedos a mi boca para saborearme a mí misma. Me acaricié las tetas sobre el vestido, sintiendo que mis pezones se endurecían, pugnando por salir…Empecé a gemir suavemente, ya sin disimulo y entonces el conductor tensó su cuerpo y miró por el espejo retrovisor para no perder detalle…Pensé en mi esposo y cerré los ojos. Llevé los dedos a mis labios vaginales y toqué ese líquido que salía de mi interior; luego los acerqué a mi nariz para aspirarlo mejor y terminé metiéndomelos en la boca otra vez…Repetí la operación y al hacerlo, una nueva oleada de placer me invadió y pude sentir que una especie de calor subía ...
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