1. La chica del Boing


    Fecha: 02/07/2018, Categorías: Masturbación Tabú Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster

    ... comer. Ella misma lo propuso. A esas alturas ya no me sorprendió tanto.—Bien, ¿subimos amor? —algo así dijo, una vez habíamos terminado.No me disgustaba la idea. Si bien en un inicio me había hecho ilusión haber ligado, no me m*****aba pagar con tal de estar con una chica (eso sí muy joven) tan hermosa, tan buena en cuerpo y actitud.Mientras íbamos en el elevador, Ave María me tomó de la mano y me dio un tierno beso. Lo sentí delicioso. Caminamos por el pasillo sin soltarnos de la mano. Como novios de prepa, pensé en ese instante de modo ingenuo.Tras abrir la puerta y entrar en la habitación, Ave María me besó nuevamente pero esta vez de un modo apasionado. Tan fuerte que incluso sentí cierto dolor en los labios. Ella dejó su bolso en el tocador y luego fue al baño. Mientras oía el agua correr instintivamente encendí la tele.Cuando ella vino se desprendió de su blusa y sus pantalones quedando únicamente en pantaletas y sostén negros. Yo, sin desnudarme, me fui directo a besarla. Esta vez por todo su cuerpo. Incluso me hinqué para besar y lamerle esos muslos que bajo del pantalón se le habían visto tan apretados. Su piel era definitivamente tersa. Después de darle un beso en el ombligo la miré hacia arriba y ella me sonrió a la vez que acariciaba mi pelo.—Vente a la cama —me indicó.Ella misma me desnudó y fui el primero en perder toda su ropa. Aún no se desprendía de su sostén y calzón.De esta forma me atendió con un mamón terrible; tremendo. No es sólo que su succión fuera ...
    ... intensa, es que no paraba. Su cabeza subía y bajaba prácticamente sin darle descanso a la de mi glande. Temí quedar adolorido de ahí de tanto chupe y chupe con esa potencia. No cabía lugar para la pausa. Ella cambiaba de ritmo pero mi falo no salía de su boca, y cuando lo hizo Ave María se dedicó a chuparme los huevos sin dejar de seguir manipulando con su mano mi hombría. Fue delicioso.No me sacó la leche nomás porque era una experta. Toda una maestra que supo controlar mi eyaculación con el toque de sus dedos. La mera verdad yo no llevo mérito en eso. Por mí le hubiese explotado ahí mismo.Minutos después ella se incorporó para quitarse brassier y pantaletas. Sus senos eran pequeños pero suaves. Así lo comprobé cuando tuve oportunidad de succionarlos; los pezones más delicados que he probado. Su pelambrera era inexistente pues estaba rasurada. Pero esas formidables caderas eran preciosas; expresamente masivas.Luego le pedí fuéramos a una de las sillas que estaban en el cuarto. Y es que desde hacía rato tenía enormes ganas de convertirme en el asiento de esas enormes y hermosas nalgas; lo mejor de ella, según yo.A decir verdad, me costó podérsela meter de esa manera. Incluso, cuando lo logré, no fui más allá de la punta. Y es que sus nalgas eran tan grandes que no le llegaba; pues, la verdad, no tengo la pinga tan larga, para qué presumir de lo que no. Sin embargo, disfruté el sentirla sentada sobre mí. La sobé de sus muslos y caderas mientras me deleitaba del contacto de mi ...