1. Una tarde en la casa de Jorge


    Fecha: 04/07/2018, Categorías: Fetichismo Lesbianas Sexo con Maduras Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... entrepierna.“Vas a ser capaz de dejarnos satisfechas a las dos…?Le respondí que sí, aunque seguía pensando que no me costaría demasiado, porque estaba seguro de que Camila no aceptaba hombres.Pero de repente Camila dejó su celular, se inclinó hacia adelante y me bajó mis pantalones de gimnasia hasta las rodillas. No me había puesto ropa interior, así que mi verga erecta pegó un salto y quedó apuntando directamente a su cara. Camila abrió sus labios y se tragó mi verga hasta el fondo de su garganta. Yo no podía creer que una mujer lesbiana fuera tan buena lamiendo una pija. Pero así fue. Durante cinco minutos me la chupó mejor que ninguna otra mujer, hasta que Helena nos interrumpió.La amiga de mi esposa se había colocado el arnés en la cintura y estaba lubricando con aceite la poderosa verga negra de látex.Vio mi cara de horror y me dijo: “No te asustes, bebé, no es para vos…”Entonces se arrodilló entre los muslos abiertos que le ofrecía su amiga lesbiana y muy despacio se deslizó hacia adelante, penetrando suavemente la estrecha concha de esa mujer. Puso los tobillos de Camila sobre sus hombros y entonces empujó un poco más, metiéndole esa cosa negra hasta el fondo.Camila dejó escapar un breve gemido inicial; después solamente abrió la boca sin emitir ningún sonido, mientras Helena se balanceaba sobre ella, bombeándola cada vez con más ritmo, incrementando la velocidad…Así estuvieron un buen rato, mientras yo presenciaba el placer de ambas y me desnudaba para estar listo ...
    ... cuando Helena pidiera mi intervención.Su amiga finalmente tuvo un primer orgasmo, pero no gritó ni pataleó, simplemente su cuerpo tembló apenas y sus piernas se relajaron.Helena comenzó a bombear otra vez, buscando un segundo orgasmo.Me dedicó su mirada más sensual y me señaló la mesa de luz, diciendo:“Ahí está el lubricante, quiero tu pija enorme por atrás…”No la hice esperar demasiado. Tres segundos después le enterraba la mitad de mi verga en su estrecho esfínter, mientras ella seguía bombeando sin descanso entre los muslos de Camila.Helena comenzó a gemir, diciendo que le encantaba sentir mi pija en el fondo de su culo. Eso me volvió loco, sumado a la visión de Camila, que me miraba con ojos de fuego mientras recibía los embates de su amiga.Yo tenía la sensación de estar cogiéndolas a las dos. Era algo increíble.Camila esta vez gimió cuando sintió aflorar su segundo orgasmo. Luego de relajarse, se salió de debajo del cuerpo de Helena y se sentó a un lado para observar a su amiga siendo desfondada por mi verga cada vez más dura.Helena se quitó el arnés y comenzó a acariciarse los labios vaginales, mientras yo seguía embistiendo su culo cada vez con más ímpetu.Finalmente alcanzó el orgasmo que ella esperaba y luego cayó hacia adelante totalmente rendida, saliéndose de mi verga. La visión de su entrada anal enrojecida y dilatada me volvió loco. Le pedí que me dejara seguir cogiéndola, porque yo no había llegado a acabar. Pero ella dijo:“La boca de Camila te va a hacer acabar ...