1. Mireya y yo


    Fecha: 06/07/2018, Categorías: Confesiones Infidelidad Autor: Zaratustra, Fuente: CuentoRelatos

    ... al despedirnos. Jajaja, al cine, me reí para mis adentros. Si sus padres supieran que el único cine al que iría su predilecta hija ahorita era el cine porno que ella misma iba a escenificar con algún fulano afortunado que en un par de horas gozaría de sus orificios. Mientras conducía no pude evitar desaprisionar de su encierro a mi usado falo y proceder a írmela jalando mientras le veía de reojo las piernas y la suavidad de sus senos detrás de su tan atrevida mente ligera playerita. -Te hubieras mejor salido desnuda, no?- le dije en son de broma mientras seguía jalándomela ahora a dos manos en un semáforo en rojo. -Qué cosas dices Joel- me contestó mientras de reojo veía mi masturbatorio movimiento. Mejor apúrale porque ya es tarde y ya no aguanto. -Está bien, pásame un pañuelo que batí todo- le pedí una vez que mis genes fueron a parar tan lejos que un lechazo terminó en sus muslos. Qué coqueta te ves con eso embarrado en tus piernas Mireya. Te ves súper sexi así. -Eres un puerco, ya maneja y sigue conduciendo que aún falta mucho. Una hora después llegamos al domicilio y y entramos. -Quieres entrar?- me preguntó. -Claro, esto no me lo pierdo. Resultó que el que abrió la puerta era su maestro de Químicas. Un apuesto y joven maestro sujeto de los sueños de varias de las chicas de su escuela. Nos ofreció una cerveza y platicamos de cosas sin importancia. -Qué atascon te vas a dar con este cuerpecito pensaba yo muerto de la envidia. Después de la primera cerveza nos ofreció una ...
    ... segunda y se prendió un cigarro que en breve pasó por los labios de Mireya y los míos y así dio varias vueltas hasta que desapareció en los dedos del profesor. De repente todo se hizo silencio. Mireya se puso en pie y se dirigió a su maestro con ritmo cadencioso e intenciones animales. Se fundieron en un beso seco que inflamaba deseo. La playera de Mireya cayó al suelo y yo enfrente pude ver la majestuosidad de sus blancos y jóvenes senos de chica mujer siendo succionados por la boca lasciva de su amante que intercalaba de uno a otro alimentándose como bebé de esos senos coronados por generosos tiesos pezones de rosadas áureas. -Para qué lo trajiste?- le preguntó él a ella. -Para que me trajera, pero no hay problema, es buen chico, no dirá nada- dijo mientras ambos caminaban hacia la habitación desprendiéndose ya de sus ropas que caían en el camino ante mi perturbada mirada y boca espumosa. -Qué cogidon te van a poner chiquita- dije en voz baja sin que ellos hicieran caso mientras cerraban la puerta y ponían seguro dejándome afuera de sus prohibidas intimidades de una adulta atrapada en el cuerpo de una joven preparatoriana. -Cógeme como hombre, no seas puto -Qué buen palo tienes mi amor -Eres un cabron, te gusta cogerte chavitas -Cógeme como tu puta -Métemela hasta el fondo cabron -Me estoy viniendo, Me estoy viniendo -Más Más, Así cabron, Así -En mi cara Fue el repertorio de palabras que estuve escuchando durante tres horas hasta que finalmente escuché el picaporte abrir y ...
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