1. La reeducación de Areana (16)


    Fecha: 14/07/2018, Categorías: Dominación Lesbianas Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... dedos ávidos y fogueados sobradamente en tales menesteres. La visita ya estaba totalmente desnuda, mostrando un cuerpo envidiablemente conservado a pesar de su edad. Sólo las voluminosas tetas algo caídas y una leve adiposidad en la cintura evidenciaban el paso del tiempo. Sus dedos iban y venían por dentro de su concha mientras con el pulgar se estimulaba el clítoris y seguía deleitándose con el combate sexual que a sus pies libraban madre e hija hasta que por fin, primero Eva y enseguida Areana, explotaron abrazadas y a los gritos en orgasmos que parecían interminables. La visitante detuvo su masturbación y se puso de pie, jadeando excitadísima, con las mejillas enrojecidas y empuñando el rebenque. -Acabaron sin mi permiso, perras de mierda. –dijo gozando anticipadamente de la paliza que iba a propinarles. -Pero, señora, usted… usted no… no nos dijo nada… -se atrevió a protestar Eva, echada de espaldas en el piso junto a su hija mientras procuraba normalizar su respiración. La respuesta de la señora Contanza fue un rebencazo en el vientre, que hizo gritar de dolor a Eva. -¡¿Te atrevés a insolentarte, perra sucia?! –bramó la visitante con plena conciencia de que Eva tenía razón, pero ¿eso qué importaba? Eva y su hija eran sólo dos miserable putas con las que ella podía hacer lo que se le antojara y lo que se le antojaba era dejarles el culo rojo y ardiendo a rebencazos. Iba a prescindir de las mordazas, porque quería oírlas. Les ordenó arrodillarse en el borde de la cama e ...
    ... inclinarse hasta apoyar el torso sobre las sábanas. Cuando las tuvo en esa posición se ubicó detrás de ellas y se regodeó por un momento con ambos culos: amplio el de Eva, deliciosamente redondito y pequeño el de Areana. Las esposó a las dos con las manos por delante de la cabeza y se dispuso a disfrutar sádicamente de una buena zurra. Eligió las nalgas de Eva para comenzar y las cruzó de un rebencazo que hizo gemir y corcovear a la pobre. Inmediatamente le tocó el turno a Areana. La señora azotaba con maestría tras el objetivo de provocar una combinación perfecta de dolor y placer, placer y dolor. Ninguna de esas sensaciones debía superar a la otra. A medida que la paliza transcurrría era visible la excitación de ambas putas, que jadeaban, gemían, respiraban con fuerza y movían sus caderas de un lado al otro como esperando ansiosas el próximo rebencazo. La visitante hacía pausas de distinta duración entre un azote y otro y cada tanto palpaba ambos culos para disfrutar de la creciente temperatura que iban adquiriendo. Se los veía ya algo rojizos y estaban calientes al tacto. Entonces la señora Constanza decidió dar por terminada la paliza. Arrojó el rebenque al piso, volvió a sobar ambos traseros y tirando de los pelos puso en cuatro patas a madre e hija, sin quitarles las esposas. Subió a la cama y de pie sobre ella les ordenó trepar y colocarse Eva a sus espaldas y Areana por delante. -Bueno, muy bien, putas, ahora van a darme lengua. Vos, perra vieja, en mi culo, y vos, ...
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