1. El Alboroto


    Fecha: 17/07/2018, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Autor: Fernán, Fuente: CuentoRelatos

    ... pícaramente y me guiñaba un ojo. - Siempre está así - le mentí - pero no voy a opinar sobre ti, ¡eres mi tía! - Pues no opines sobre mi, opina sobre mi cuerpo - en ese instante cogió mi mano derecha y la posó sobre una de sus tetas. - Olvídate de que soy yo, ¿qué opinas de esto? - Mientras me lo preguntaba acercó su cara a la mía, soltó mi mano, que sin embargo no se separó de la enorme teta y dirigió esa mano de nuevo hacia mi pene y desabrochó el botón del pantalón. - ¿Qué…?- No acerté a decir ni una palabra más, puesto que mi tía empezó a besarme, había logrado ponerme a cien, y en ese momento lo único que pude hacer fue detener el coche junto a la mediana de la autovía. Así, siguió besándome y acariciándome el miembro, yo recosté mi asiento hacia detrás para estar casi tumbado, y ella dirigió su boca hacia el pene, comenzó a chupármelo, era increíble, ¡me la estaba chupando mi tía Marisol! En esa mamada plasmó toda su experiencia, combinaba lametones breves y rápidos con chupadas lentas y completas de mi miembro, completadas con delicados masajes con sus manos. Mientras me la chupaba me incorporé un poco, toqué sus pechos sobre su camisa y empecé a desabrocharla, le quité el sujetador y pude ver en todo su esplendor dos enormes tetas, completamente blancas, con la marca del sujetador, y grandes pezones rosados. Tras un rato acariciándoselos, la subía la larga falda negra que llevaba, bajo ella aparecieron unas bragas negras, no duraron ni tres segundos antes de que se ...
    ... las quitara. Así pues, procedí a sobarla el culo. Entonces ella subió una de sus piernas, pasándomela por encima de la cabeza, sin dejar en ningún momento de tocar y lamer mi miembro, y yo pude ver frente a mi una oscura mata de pelo, bajo el cuál debía estar su jugosa vagina. Fue entonces cuando metí mi dedo bajo aquella mata de pelo y localicé el agujero de la vagina, estaba ya húmedo y empecé a meter el dedo sucesivas veces. Después, ataqué con mi boca y comencé a introducir la lengua en el agujero, notaba como los pelos se enredaban en mis dientes, pero el sabor de los jugos era magnífico. En eso estaba cuando noté que me corría, derramé todo mi semen mientras mi tía Marisol me la chupaba. En ese tiempo, se levantó mi tía y volvió a mirarme a la cara, yo pude ver su rostro manchado de semen, y aún con sus pelos púbicos en mi boca, volvimos a besarnos. Mientras hacíamos esto, su mano volvió a agarrar mi pene y la dirigió hacia su chochito peludo, acto seguido empezó a botar y gritar sobre mí, pude ver como sus tetas botaban hacia arriba y hacia abajo, atrayendo mi atención, las cogí y chupé sus espléndidos pezones. Así seguimos un rato más. Me volví a correr y sin dejarme descansar, se dio la vuelta y repetimos la misma acción, aunque esta vez con su ano como protagonista, se agarró del volante y se empinó lo más que pudo, tome sus nalgas y las separe, puse la punta de mi pene en la entrada del ano y tomándola de la cadera con una mano, la clave, mientras, yo le besaba la ...