1. Papi y yo


    Fecha: 23/07/2018, Categorías: Incesto Autor: Gorditaputa, Fuente: SexoSinTabues

    ... pedirle que me cogiera. Si un dedo me dolía, era seguro que esa tremenda verga me iba a matar de dolor, pero la necesitaba adentro con desesperación. Papá me miró, dividido entre la terrible necesidad de cogerme y el miedo de hacerme daño, sin saber qué hacer. Supe que si no decía algo iba a perder esta oportunidad. -Por favor papito, quiero ser tuya. Quiero que seas mi macho, y yo ser tu putita. Por favor papi, por favor cogeme!!!- Su rostro se nubló y perdío todo escrúpulo. Se arrodilló entre mis piernas y mientras apoyaba la cabeza de su verga contra la entrada de mi conchita dijo: -Esto te va a doler, pero si estás decidida a ser mi putita lo vas a ser!- Y comenzó a hundirse lentamente dentro mío. El dolor fue terrible. Grité y se me llenaron los ojos de lágrimas. Él hundío su lengua en mi boca y succionó mi lengua, masajeandola e impidiendome gritar. Aún en ese momento, con ese dolor desgarrándome, sentí un placer absoluto. Ya no había diferencia entre el placer y el dolor. Abrí aún más mis piernas y me empujé contra esa verga que me violaba. Cuando la hubo metido toda adentro, papi se quedó muy quieto mientras me besaba y me lamía las tetitas, esperando que mi pobre conchita cediera un poco. Yo lloraba pero lo apretaba fuerte contra mi. Pronto las increíbles sensaciones que me producía su lengua en mis pezones eliminaron cualquier dolor, y comencé a gemir. Y a mover lentamente las caderas. Él se quedaba muy quieto, para no hacerme doler más y tambien para no acabar, ...
    ... porque la presión de mi recién desvirgada conchita lo estaba enloqueciendo de placer. Había deseado esto por años, y ahora tenía que acudir a toda su resistencia para no llenarme de leche, para hacerme gozar como quería desde hacía tanto. Cuando me vío gemir, entregada al placer de sus chupadas y caricias, comenzó a moverse muy lentamente… y notó que mis caderas lo acompañaban. Apretó los dientes y se movío más, un poco más rápido, un poco más dentro… Antes de darnos cuenta estábamos cojiendo como verdaderos amantes. Yo empujaba mi elvis contra él, jadeando de placer y él me montaba, felíz de verme gozar su verga. Estuvimos así hasta perder la cuenta de los minutos. Todo eran gemidos, jadeos, chupadas, besos, y el ruido mojado de la penetración. En un momento no soporté más tanto placer, y casi gritando le dije: -Papi, perdón, creo que me voy a hacer pis!!!!- Y acabé en mi primer orgasmo sin saberlo. Él incrementó el ritmo, su verga entraba y salía de mi mojado agujerito, mientras yo apretaba los dientes y me sacudía de gusto. -Te quiero, nena, te quiero, hijita!!!- dijo papá y se arquéo, acabando dentro mío. Sentí chorros calientes dentro de mi conchita y como pude lo abracé con las piernas. Empujó una, dos, tres veces más mientras jadeaba y yo lo abrazaba y lo cubría de besos húmedos. -Papi, gracias, me hiciste muy felíz!!!- le dije al oído. –Gracias por hacerme tu putita. Él me miró con amor, me dío un largo beso de lengua y me dijo: -Este es el principio, mi cielo. Papi va a ...