1. Una noche de otoño con una travesti


    Fecha: 24/07/2018, Categorías: Transexuales Fantasías Eróticas Autor: Alvaro G. Suese, Fuente: CuentoRelatos

    Pasaban poco de las nueve de la noche cuando salió del hotel. Fuera hacía frío y una lluvia cansina y pertinaz lo estaba empapando todo. Aquel otoño estaba resultando mucho más desapacible de lo habitual, pensó para sí mientras se subía el cuello de su gabardina. Prácticamente no conocía la ciudad, de hecho solo había estado en una ocasión anterior acompañado de aquella dominicana de piel negra con la que había estado viviendo algo más de un año hasta aquella noche en la que la sorprendió con un joven en su cama. Aquella noche creyó que se le venía el mundo encima. Había salido de viaje tres días antes con la intención de regresar a finales de semana; sin embargo, en un esfuerzo supremo había liquidado su trabajo en tan solo tres días y decidió regresar a casa antes de tiempo. Se maldijo por no habérselo anunciando aquel mismo día, tal vez con ello evitase descubrir su infidelidad, pese a todo al final comprendió que había sido lo mejor, al menos para él, al llegar a su conocimiento un hecho que era ya sabido por mucha más gente, incluso por alguno de sus amigos. - Ten cuidado -le dijo Jorge- Mikaela te está poniendo los cuernos, lo sé de buena tinta. No quiso escuchar aquella advertencia, convencido que tan solo se trataba de una bravata de su amigo celoso por tener una mujer como aquella con la que vivía. Finalmente lo descubrió aquella noche en que tras abrir la puerta de su casa escuchó aquellos escandalosos jadeos de Mikaela que en su cama era salvajemente follada por su ...
    ... ano por un individuo también de piel negra de no más de veinticinco años. Quedó perplejo, incluso avergonzado. No supo cómo reaccionar, que decir. Se limitó a irse para la sala y dejar que terminasen. Luego, sin alterar la voz, sin aspavientos, una vez el joven hubo abandonado la casa, le rogó que hiciese las maletas y se marchase. Así acabó aquella historia. Hoy, casi diez años después, se encontraba solo en aquella lejana ciudad donde había pasado con ella unos días memorables. La ciudad era una gran desconocida para él. Había llegado aquella tarde y desde el aeropuerto se trasladó en taxi a su hotel de alojamiento. Tras deshacer las maletas y servirse una copa del mini-bar se planteó como disfrutar de aquella noche. En la recepción le informaron de algunos sitios próximos para cenar, siguió aquellas indicaciones y tras la cena en un pequeño restaurante italiano se encaminó de nuevo hacia el hotel. La noche no acompañaba ni era la más propicia para perderse entre sus sombras. Tal vez por un error de cálculo o simplemente por tratar de dilatar más el regreso a su habitación, se internó por unas estrechas callejas de la parte antigua de la ciudad. Las calles estaban desiertas. Mal iluminadas, silentes. Un lejano reloj desgranó, indolente, once campanadas. Al girar una esquina la vio. Aquella mujer mulata de pelo negro, vestida con un pantalón vaquero ceñido y una cazadora a juego y zapatos de aguja, lo miró sonriendo hacia él. Quiso no darle importancia, sin embargo la mujer ...
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